Los impactos del cambio climático se están produciendo y es necesario implementar medidas para adaptarse a ellos. Sin embargo, no se trata sólo de ciencia de la adaptación climática; se trata de comprender las diferentes necesidades, culturas y maneras de hacer y de pensar a nivel local para que las comunidades estén mejor preparadas para los impactos climáticos. Las estrategias de adaptación tradicionales a menudo no logran resonar en las comunidades locales. Son demasiado técnicas y alejadas de los contextos locales, dejando atrás a las poblaciones vulnerables locales.
Para aportar soluciones a este problema, el equipo investigador de BC3, formado por Marta Olazabal, Maria Loroño-Leturindo, Ana Terra Amorim-Maia y William Lewis, han integrado el arte en esta conversación mediante la coproducción de 31 ilustraciones que representan futuros de adaptación específicos del contexto con actores locales durante seis meses, como parte del proyecto IMAGINE Adaptation.
A través de esta serie de diseños, se invitó a 100 participantes de más de 60 ciudades de todo el mundo a imaginar sus ciudades adaptándose al cambio climático. Estas imágenes, meticulosamente elaboradas en colaboración con la ilustradora profesional Josune Urrutia Asua, contribuyeron a traducir conceptos abstractos de adaptación en imágenes vívidas que hablan directamente de las experiencias locales. Estas imágenes sirven como un lenguaje universal, trascienden las barreras culturales y empoderan a las comunidades para imaginar sus propios futuros resilientes a los impactos del cambio climático.
“Las representaciones visuales pueden evocar emociones y experiencias de una forma que las palabras por sí solas no pueden. Nuestra investigación demuestra que trabajar con visuales de adaptación no sólo es importante en la comunicación científica sino también durante la propia investigación y para la integración de diferentes tipos de conocimiento", destaca la autora principal Marta Olazábal, coordinadora del proyecto IMAGINE Adaptation.
La investigación ofrece una guía visual para descubrir formas locales de “hacer” adaptación y soluciones a los desafíos globales. Aprovechando el poder del arte y la ciencia, los conceptos abstractos pueden transformarse en acciones tangibles, empoderando a las comunidades para construir su propio futuro más resiliente.
Sin embargo, "trabajar con imágenes presenta su propia serie de desafíos, desde garantizar la relevancia cultural hasta equilibrar la simplicidad y el detalle", explica la investigadora en justicia climática Ana Terra Amorim-Maia. “A pesar de estos desafíos, los enfoques basados en el arte tienen un inmenso potencial para fomentar el diálogo y la acción en la adaptación climática.” argumenta.