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CICLO DIRSE-PYMES: EL VALOR DE LA FUNCIÓN DE RSC EN LAS PYMES

HelpUp: Un puente entre empresas y ONG para fomentar la responsabilidad social

Da igual si se trata de una multinacional con miles de empleados o una pequeña empresa familiar. HelpUp tiene un plan de RSC a su medida. Esta plataforma digital nació para poner en contacto de forma rápida a las empresas con ONG para hacer donaciones, voluntariado corporativo o acciones sostenibles. Hablamos con su CEO, Álvaro Hita.

Álvaro Hita, CEO de HelpUp
Álvaro Hita, CEO de HelpUp

“Nosotros decimos siempre que con HelpUp queremos democratizar la RSC. Logramos que ninguna empresa se quede sin un plan dimensionado para su capacidad”, afirma Álvaro Hita CEO de esta startup, que con apenas media docena de empleados y gracias a la tecnología ha hecho la vida mucho más fácil a los equipos de responsabilidad de las grandes compañías y han animado a muchas pymes a dar sus primeros pasos esta senda de la sostenibilidad.

La plataforma, en la que confían firmas como ACS, Sacyr, Cabify, Prosegur, Pescanova o Correos, ya tiene unos 14.500 usuarios de diferentes empresas registrados y unas 700 ONG registradas, aunque por ahora solo la mitad de estas entidades sin ánimo de lucro cuenta con la validación de HelpUp, que es muy rigurosa a la hora de evaluar a las organizaciones ‘non profit’.

Los requisitos para que una ONG se registre son mínimos: que esté constituida legalmente como asociación, que cuente con un CIF y que rellene un formulario. “Pero luego nosotros hacemos nuestra propia  investigación: miramos en Internet, en redes sociales, las opiniones que hay sobre cada ONG, estudiamos la memoria y sus presupuestos y, si podemos intentamos llamarlos, visitarlos u conocerlos personalmente”, explica Hita.

Álvaro Hita "HelpUp ha democratizado la RSC, porque ninguna empresa se queda sin un plan dimensionado para ella”. 

Con todo ello, lo que tratan de evitar a toda costa es que se 'cuele' alguna ONG fraudulenta. “Tenemos que proporcionar confianza a las empresas. Si está HelpUp puedes estar seguro de que es una ONG de confianza”, insiste.

Existen tres modalidades de colaboración: voluntariado corporativo, donaciones y lo que han dado ‘acciones propias’. “Hacer una jornada de voluntariado corporativo es una manera formidable de cohesionar tus equipos, porque lo pasan fenomenal y salen diciendo: ‘he ayudado a otros y he conocido mejor a mis compañeros’”, destaca Hita.      

En la modalidad de ‘acciones propias’, no están involucradas las ONG, sino que está pensada para empresas que quieren emprender una medida de sostenibilidad en el propio negocio, “como empezar a reciclar o compartir vehículo entre compañeros para ir juntos a trabajar”, pone como ejemplos el CEO de esta startup que recuerda que “han ido creando las soluciones a medida que surgían nuevas necesidades: en 2014 se creó la plataforma de voluntariado, en 2017, el ‘crowdhelping’ y a finales de 2018 la herramienta RSC Manager.

Pero si además de contar con la validación de HelpUp, la empresa sigue teniendo dudas sobre qué proyecto social apoyar la plataforma le ofrece una magnífica pista: cuando una ONG se registra puede recibir ‘ups’ de cualquier internauta. El ‘up’ es una moneda virtual que equivale a 0,25 euros.

         

Así que, dentro del mismo tipo de actividad, las ONG que conseguir reunir un mayor número de ‘ups’ demuestra que tiene más apoyo social, los cual es una buena clave para que una empresa opte finalmente por convertir esos ‘ups’ en dinero contante y sonante, que eso sí, debe ser una cantidad que cubra la totalidad del proyecto social “para que compañía lo haga suyo”, aclara Hita.

Hay dos tipos de empresas que acuden a HelpUp: grandes empresas que ya hacían RSC que lo que quieren es digitalizar sus procesos. Las ventajas de digitalizar la sostenibilidad para una compañía grande son muchas. Por ejemplo, si es una empresa con muchas sedes, en vez de estar pendiente de todos los emails o las propuestas que la llegan al dirse por cualquier vía, pueden utilizar el área privada que se pone a su disposición para centralizar todas las propuestas.

Pero hay más “Los DIRSE y sus equipos dicen: me cuesta mucho tiempo y trabajo encontrar proyectos y ONG de confianza, me cuesta mucho encontrar voluntarios, me cuesta mucho sacar métricas de toda esa actividad que se está haciendo: mejor lo digitalizo. Para la gran empresa es mejorar lo que ya tenía”.

"Con el coronavirus, el porcentaje de inscripciones de gente que quiere ayudar ha subido muchísimo"

El otro tipo de empresa que acude a la plataforma es la pyme. “Para la pequeña empresa es como empezar a andar: por eso tenemos también precios muy bajos porque igual quieren empezar a probar con pequeños proyectos de RSC”, dice el CEO de HelpUp, quien refleja un problema muy extendido: “En las pequeñas empresas normalmente no hay una persona encargada de la RSC. Suele ser alguien que trabaja en otra tarea (por ejemplo, el departamento de asesoría legal o el de comunicación) al que le dicen: ¿oye, te gustaría llevar los temas de responsabilidad y sostenibilidad? Esa persona solo va a poder dedicar el 5 por ciento de su jornada a la RSC y una herramienta como la nuestra le puede facilitar enormemente el trabajo”.

Covid-19

¿Cómo han vivido en HelpUp la emergencia del coronavirus? Responde Hita: “Hemos notado que hay muchas más empresas que quieren ayudar porque la situación lo requiere. Y también hemos notado que se han acelerado los procesos de RSC en las grandes, es decir que ahora es una cuestión mucho más importante y prioritaria”.

Y es que antes de que se extendiera la pandemia, la burocracia y los procesos para contratar la herramienta eran demasiado largos y ahora se activan de inmediato. “Como ejemplo, te diré que cuando se declaró el estado de emergencia, una empresa una multinacional, que llevaba muchos meses retrasando su inscripción, puso en marcha en un solo día un programa de voluntariado para 500 empleados, para que dedicaran su tiempo de trabajo en llamar por teléfono a personas confinadas que estaban aisladas y solas”.

Por supuesto, son propuestas voluntarias que hacen empresas que no se han acogido a un ERTE pero en las que muchos de sus trabajadores tienen menos actividad y pueden hacer mucho desde su casa, por ejemplo, para acompañar a personas ancianas que viven solas y confinada. “Se ha apuntado mucha gente porque realmente quieren ayudar, asegura Hita. De hecho el porcentaje de inscripciones a este tipo de actividades ha subido muchísimo.