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Energías alternativas

El hidrógeno verde, una fuente de generación de energía limpia y de nuevas oportunidades

En la actualidad, la electricidad se postula como la principal alternativa para los combustibles fósiles, como el petróleo o el gas natural. Pero existen otras opciones para tener una energía limpia y sostenible, como por ejemplo la que representa el hidrógeno. Su capacidad para almacenar energía lo convierte en una materia importante a la hora de desarrollar nuevos combustibles o de generar luz.

Goldman Sachs estima que se invertirán más de 12 billones de dólares en hidrógeno verde
Goldman Sachs estima que se invertirán más de 12 billones de dólares en hidrógeno verde

El hidrógeno no viene de una sola forma, sino que se clasifica en tres clases según la materia utilizada en su producción y la cantidad de dióxido de carbono que se utiliza. Se trata de hidrógeno verde, gris y azul.

El primero de ellos es el que se produce a partir de energías renovables, como la solar o la eólica, a raíz de la separación del hidrógeno y el oxígeno por medio de la electrólisis. Luego está el gris, que se obtiene del gas natural o del metano. Y también existe el hidrógeno azul, que se obtiene a través de la captación y almacenamiento de carbono, lo cual reduce sus emisiones.

El hidrógeno verde, del que se puede obtener electricidad y combustible para satisfacer necesidades comerciales y de transporte, permite conservar de una forma más efectiva energías renovables. También se posiciona como una sustancia importante para ser el nuevo combustible de los vehículos, sobre todo en distancias largas. Además, se postula para ser la energía que mueva a los barcos y aviones del futuro y, asimismo, se podría usar como elemento clave para descarbonizar los servicios domésticos, como la calefacción, por ejemplo.

A la hora de producir y consumir energía limpia, el hidrógeno verde es también un elemento de gran trascendencia. Entre las razones principales está que no emite gases contaminantes, ya que solo expulsa vapor de agua. También es importante su uso para llevar energía renovable a lugares que no puedan recibir otras como la eólica o la solar, ya que es sencillo de transportar.

Previsiones y realidades del hidrógeno

El grupo especializado en banca de inversión Goldman Sachs estima que el hidrógeno verde podría acaparar una suma de unos doce billones de dólares en el año 2050. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, el hidrógeno verde será el responsable de entre 100 y 150 estaciones de repostaje en España. Asimismo, también estará presente en una horquilla de entre 5.000 y 7.500 vehículos de mercancías y de entre 100 y 150 autobuses. En los planes del ministerio para 2030, además, también se contempla la posibilidad de tener dos líneas comerciales de tren sostenidas con este tipo de energía.

A pesar de las buenas intenciones, lo cierto es que a día de hoy el hidrógeno verde está muy lejos de ser la principal fuente de energía. Según el presidente de la Asociación Española del Hidrógeno, Javier Brey, “se producen 50 toneladas al año de H2 renovable en España, frente a las 500.000 toneladas anuales de convencional; es insignificante, un 0,01% del total”. Eso sí, afirma que “es factible” pasar a 4.000 megavatios en una década por la gran cantidad de proyectos de I+D que hay en marcha.

Una de las empresas que más está apostando por el hidrógeno verde es Endesa. La compañía eléctrica tiene planeado invertir cerca de 3.000 millones de euros en 23 proyectos asociados a esta fuente energética. De esta manera, la eléctrica quiere sustituir de forma paulatina la producción térmica por la renovable. El director general de Generación de Endesa, Rafael González, aseguró a este respecto que estas iniciativas “llevan asociados 2.000 megavatios renovables de potencia”.  Hasta 2023, la compañía española pretende poner en marcha 3.900 megavatios de hidrógeno verde, tal y como recoge su plan estratégico.

El proyecto más avanzado de Endesa en esta materia es el que se encuentra en la localidad coruñesa de As Pontes. Aquí habrá seis parques eólicos, que implicará la contratación de 1.600 personas durante el año y medio que van a durar las obras. El electrolizador para producir ese hidrógeno se construirá en dos años y supondrá trabajo para unas cien personas. La inversión en esta iniciativa conllevará el desembolso de más de 700 millones de euros.

En este caso, Endesa tiene la intención de producir más de 10.000 toneladas de hidrógeno verde en este complejo coruñés. Eso sí, el proyecto no es el único que maneja la compañía en este ámbito. Huelva, Teruel, Almería, Tarragona, el Valle del Ebro, Compostilla (León) y Seseña (Toledo) son otros lugares en los que la eléctrica tiene proyectados complejos de producción de esta nueva energía limpia.

Iberdrola es otra de las organizaciones españolas más involucradas en la producción de hidrógeno verde. Su filial en Estados Unidos, Avangrid, ha presentado al Gobierno del país cinco proyectos para producir esta energía en Connecticut, Nueva York, Maine, Oregón y la Costa del Golfo. “Creemos que ha llegado el momento de que el hidrógeno verde sea un combustible viable de energía limpia”, aseguró el director general de Avangrid, Dennis V. Arriola.

“Nuestros socios de Iberdrola en España y de ScottishPower en el Reino Unido ya están desarrollando proyectos de hidrógeno verde a escala comercial. Por ejemplo, Iberdrola está construyendo la mayor planta de producción de hidrógeno verde para uso industrial de Europa. El acceso de Avangrid a esta experiencia global, combinado con nuestros socios y partidarios con sede en Estados Unidos, nos proporciona una ventaja única para ayudar a acelerar la producción comercial de hidrógeno verde en Estados Unidos”, añadió Arriola.

Si miramos individualmente cada proyecto, estos tendrán finalidades distintas. En el caso de Connecticut, la filial de Iberdrola quiere instalar un almacenador de hidrógeno con 20 megavatios de capacidad para la producción de gas y electricidad. Estas instalaciones estarán potenciadas con energía solar y eólica marina. La producción estimada para esta planta sería de unos tres millones de kilos de hidrógeno anuales. De esta manera, se reducirían las emisiones de dióxido de carbono en unas 25.000 toneladas y se crearían entre 400 y 800 empleos.

La finalidad del proyecto de Nueva York es la de conseguir generar hidrógeno verde para aplicarlo al transporte. Esta iniciativa cuenta con la colaboración de las autoridades del sector del transporte de Rochester.

Para Maine, Avangrid planea la forma en la que el hidrógeno verde pueda ayudar en procesos de fabricación, en la obtención de gas natural renovable, en el transporte por carretera y en la aviación. La filial norteamericana de Iberdrola también explora el hidrógeno verde para su uso industrial.

Por su parte, en Corpus Christi (Texas), un proyecto de electrólisis a gran escala haría que la energía procedente del viento fuese hidrógeno verde e incluso amoníaco verde.

Y por último, Avangrid también quiere llevar a su planta de Oregón una fuente de producción de hidrógeno verde para obtener combustible. Estas instalaciones de la filial de Iberdrola podrían alcanzar las 3.000 toneladas métricas de esta energía al año.   

España, pionera en energías renovables

El hidrógeno verde es solo una de las muchas herramientas que pueden ayudar a crear un modelo económico más respetuoso con el planeta. Nuestro país está decidido a apostar por este tipo de fuentes para los próximos años. Según un informe publicado por EY, España es el tercer país de la Unión Europea con un mayor número de proyectos dedicados a la transición hacia un modelo productivo verde.

En concreto, el estudio ‘A Green COVID-19 Recovery and Resilience Plan for Europe' (Un Plan Verde Resiliente y de Recuperación para Europa frente a la COVID-19 ) señala que el país cuenta con 79 proyectos enfocados principalmente en los sectores de la energía y del transporte. Ambos ocupan un 40% cada uno del total de proyectos recogidos en el documento. El informe de EY también estima que se necesitarían unos 24.000 millones de euros para financiar estas iniciativas.

La autora del informe en España y directora de Transición Energética y Nuevos Negocios de EY, Inés Bargueño, afirmó, en este sentido, que hay una buena actitud de todos los sectores españoles hacia la transición ecológica. “Los proyectos identificados en nuestro informe demuestran el compromiso de las empresas y las entidades públicas españolas de alcanzar el objetivo de cero emisiones a través de proyectos innovadores que se pueden implementar en un corto plazo. El hecho de que España sea uno de los países más beneficiados de los fondos Next Generation EU supone una oportunidad para poner en marcha cuanto antes iniciativas que sirvan de revulsivo para crear empleo, reducir el impacto económico de la crisis derivada de la COVID-19 y generar valor a largo plazo para la sociedad”, destacó.

En definitiva, el hidrógeno verde abre la puerta a un uso energético más sostenible y limpio. Además, atrae inversiones importantes de grandes empresas que desemboca en la creación de puestos de trabajo. El H2 nos lleva a un horizonte en el que los coches y la energía de nuestro día a día serán más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Aún queda mucho por recorrer, pero como diría Machado, “se hace camino al andar”.