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En un acuerdo respaldado por Naciones Unidas y supervisado por la OMS

El CSIC cede a los países en vías de desarrollo su prototipo de vacuna COVID-19

La vacuna diseñada por los investigadores Juan García Arriaza y Mariano Esteban protege frente a la infección por el SARS-CoV-2, evitando la replicación del virus tanto en el pulmón como en el cerebro. El CSIC ha firmado un segundo acuerdo, respaldado por la ONU y bajo supervisión de la OMS, que facilitará que la tecnología avance a ensayos clínicos y llegue a los países más necesitados.

Los investigadores Juan García Arriaza y Mariano Esteban, del CNB-CSIC. / CSIC
Los investigadores Juan García Arriaza y Mariano Esteban, del CNB-CSIC. / CSIC

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cede por segunda vez una tecnología a través de la iniciativa COVID-19 Technology Access Pool (C-TAP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para facilitar al acceso igualitario a tecnologías sanitarias de COVID-19. “Para el CSIC es un honor seguir colaborando con la Organización Mundial de la Salud y con la iniciativa de la ONU Medicine Patent Pool, para hacer llegar las tecnologías sanitarias de la COVID-19 a todos los países que las necesiten y, especialmente, a los países en vías de desarrollo”, señala la presidenta del CSIC, Eloísa del Pino.

Según informa el CSIC, el prototipo vacunal ha sido desarrollado por el equipo de los investigadores Mariano Esteban y Juan García Arriaza, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC, y el desarrollo de su producción industrial bajo estándares de calidad se ha realizado a través de la colaboración del CSIC con la empresa española Biofabri.

La firma se enmarca en la iniciativa (C-TAP), creada por la OMS en mayo de 2020 para facilitar el acceso oportuno, igualitario y asequible a productos sanitarios de la COVID-19 a través del impulso a su producción. C-TAP proporciona una ventana única mundial a las entidades que desarrollan tecnologías para hacer frente a la COVID-19, como terapias, vacunas y sistemas de diagnóstico, con el objetivo de que compartan su propiedad intelectual (patentes), conocimiento y datos, con fabricantes de probada calidad mediante licencias transparentes, no-exclusivas y con voluntad de servir a la sanidad pública.

100% de eficacia probada en modelos animales

Estudios realizados en diversos modelos animales demuestran de forma detallada que la vacuna MVA-CoV2-S (3P) activa el sistema inmunitario y protege frente a la infección por el coronavirus SARS-CoV-2, evitando la replicación del virus tanto en el pulmón como en el cerebro, así como la patología asociada (daño pulmonar y cerebral y ausencia de tormenta de citoquinas, entre otros parámetros). Además, en el modelo de ratón, la vacuna previene de la mortalidad causada por el SARS-CoV-2.

Este acuerdo de licencia con la organización MPP, socio implementador de la iniciativa C-TAP de la OMS, abre la posibilidad de encontrar aliados en terceros países para avanzar hacia los ensayos clínicos con esta vacuna y que en el futuro sea una alternativa a las opciones de vacuna COVID-19 autorizadas en todo el mundo, especialmente, en países de menores recursos.

Para la responsable del CSIC, Eloísa del Pino, "la iniciativa COVID-19 Technology Access Pool de la OMS y la Medicines Patent Pool es un marco idóneo para facilitar la transferencia del conocimiento a quienes tienen menos recursos”.