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La cadena hotelera extenderá esta iniciativa a otras sedes

ILUNION Hotels ofrece 50 plazas a refugiados ucranianos en cada uno de sus dos establecimientos de Bilbao

Son numerosas las personas refugiadas ucranianas las que, desde el inicio del conflicto en su país tras la invasión de Rusia, han recalado en España. Uno de los puntos a los que han llegado es Bilbao, donde ILUNION Hotels ha puesto a disposición de estas un total de 50 plazas en cada uno de sus dos emplazamientos. Con ello, la cadena hotelera demuestra, una vez más, que, además del compromiso con la accesibilidad y la inclusión de las personas con discapacidad, la solidaridad es otro de los rasgos distintivos del Grupo Social ONCE.

Los hoteles han habilitado un espacio en el que las personas refugiadas pueden recoger la ropa que necesiten.
Los hoteles han habilitado un espacio en el que las personas refugiadas pueden recoger la ropa que necesiten.

En concreto, un total de 51 personas refugiadas procedentes de Ucrania han sido acogidas en las instalaciones del hotel ILUNION Bilbao. De ellas, tan solo tres son hombres; y de las 48 restantes, el 70% son niños y el 30%, mujeres. Por su parte, en ILUNION San Mamés, la cifra se sitúa en 38 personas, con un solo hombre e idénticos porcentajes en cuanto a niños y mujeres que en el otro hotel de la cadena hotelera del Grupo ILUNION en la capital vizcaína.

La previsión que mantiene en Bilbao la compañía es la de ofrecer sus instalaciones al alojamiento de 50 personas ucranianas en cada una de sus dos plazas. Completada ya en el caso de ILUNION Bilbao, este martes, tal y como explica a Soziable.es Álvaro Díaz-Munio, director de ambos emplazamientos, podría completarse el aforo previsto también en ILUNION San Mamés.

Las razones de este gesto por parte de la cadena hotelera son claros para Díaz-Munio. En este sentido, sostiene que “ILUNION Hotels pertenece al Grupo Social Once y, dentro de nuestras responsabilidades, está la responsabilidad social, que la tenemos muy marcada y muy clara desde hace mucho tiempo”.

Y, efectivamente, como recuerda, durante los peores momentos de la pandemia de la COVID-19, “pusimos los hoteles a disposición de la Administración para medicalizarlos o convertirlos en hospitales”. Por ello, en una situación dramática como esta, a la que se han visto abocados los ciudadanos ucranianos, “no podíamos ser menos y teníamos que dar un paso adelante”.

Y en ese propósito, precisamente, se encuentran en ILUNION Hotels, tanto en las dos plazas de Bilbao como en otras sedes de la cadena repartidas a lo largo de la geografía española, como las de Málaga, Fuengirola, Mijas, Sevilla, San Sebastián y Valencia.

Llegada a Bilbao

Las personas que han llegado hasta las dependencias bilbaínas en los últimos días, tal y como relata Díaz-Munio, lo han hecho con cuentagotas y no han venido en grupos, en un autobús. En este sentido, “hay un poco de todo”, afirma.

Además, llegan cansados y de viajes muy largos y, en numerosos casos, en estado de shock. Y es que, como explica el director de los hoteles de ILUNION de Bilbao, “el más afortunado ha realizado un viaje de cuatro días, pero hay personas con un viaje de ocho días a sus espaldas”.

Pero sus circunstancias actuales van más allá de la fatiga. En este caso, Díaz-Munio resalta que estos refugiados “vienen sin saber muy bien dónde han llegado y la mayoría no sabe ni por qué ha llegado aquí. Entonces, andan un poco perdidos porque no tienen muy clara cuál es su situación, ni la legal ni la temporal”.

Lo que sí parecen tener claro muchos de ellos es que tal vez ya no tengan un hogar al que regresar. Como sostiene el responsable de los dos hoteles bilbaínos, “hay personas que te dicen que su casa ya no existe y muchos que saben que no existe su pueblo y que allí ya no hay nada”.

Y, posiblemente, como consecuencia de ello, algunos ya han comenzado a tratar de sentar las bases de una nueva vida en la tierra que les ha acogido. “Hay personas que, dos días después de llegar, ya han encontrado un trabajo porque tienen claro que deben organizarse para vivir aquí, a pesar de que su situación aún no está normalizada”, resalta.

La complicación del idioma

Aunque la situación inicial de los refugiados ha experimentado una mejoría en relación a su estado anímico desde que el primer grupo llegara el pasado miércoles 9 de marzo a Bilbao, lo cierto es que la comunicación con las personas refugiadas no ha sido sencilla.

En este sentido, Álvaro Díaz-Munio admite que el 99% de los refugiados que permanece en las instalaciones bilbaínas ni siquiera habla inglés. Por ello, resulta “complicado relacionarse con ellos por el idioma”.

Las nuevas tecnologías y herramientas como Google Translate han ayudado para “dirigirte a ellos de una determinada manera para resolver algunas dudas”, pero, según Díaz-Munio, “no podemos comunicarnos de una manera natural, como haríamos con cualquier otra persona, ni tener una conversación normal cuando, por ejemplo, te los cruzas en el ascensor”.

Espíritu solidario

En cuanto a la asistencia que se les está prestando a estos refugiados, el director de ILUNION Hotels en Bilbao señala que “estamos siendo muy voluntariosos para ayudar a estas personas, pero no solamente dentro del hotel”.

A este respecto, incide en que también se han sumado a la labor que realizan desde la cadena hotelera “los vecinos, gente que se ofrece para llevar a los chavales a jugar al parque, payasos que han propuesto hacer sesiones y entretener a los chicos, psicólogos, médicos…”.

Asimismo, en ILUNION Hotels, se ha hecho una importante labor para acondicionar sus dependencias a la estancia de las personas refugiadas ucranianas en Bilbao. En concreto, Díaz-Munio señala que se les ha habilitado un espacio para que coman de manera independiente y para que puedan organizarse.

Y lo han hecho de forma independiente al cliente. En este sentido, el director de estos dos hoteles bilbaínos subraya que “hemos metido una tercera figura en el hotel: estamos los trabajadores, están los clientes y ahora están unos huéspedes diferentes, ante quienes hemos procurado que esto sea su hogar y que, más allá de sus habitaciones, haya un espacio donde los niños puedan jugar, con un montón de juguetes que nos han donado diferentes asociaciones, como la Fundación Athletic, la Peña Genuine Athletic Club, la Fundación Síndrome de Down, con la que estamos colaborando, etc.”.

Pero aún hay más. En esta línea, Díaz-Munio apunta que también se ha habilitado “otro espacio donde tenemos toneladas de ropa que hemos ido organizando junto con compañeros de ILUNION que han venido como voluntarios a ordenarla toda. Es una especie de ‘tienda’ donde ellos cogen sus zapatos y el resto de la ropa que necesitan”.

Regreso a una vida ‘normal’

Una cuestión relevante cuando una persona, por situaciones dramáticas ajenas a su voluntad, se ve obligada a ser alojada en un hotel es el periodo de tiempo en el que permanecerá en él. En este sentido, Álvaro Díaz-Munio revela que, junto a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), entidad con la que ILUNION Hotels tiene un acuerdo, han establecido un periodo inicial de dos meses, que, en función de cómo vayan discurriendo los acontecimientos, podría sufrir variaciones.

En este sentido, estima que “el objetivo de la ONG será sacarles del hotel cuanto antes porque la vida en él es muy ‘chula’ si la has decidido tú y si estás de vacaciones” y añade que “vivir en un hotel, y con niños, por mucho que les pongamos facilidades, es algo que no les permite tener toda la independencia que necesitan”.

Y, por último, concluye con su convencimiento de que “la ONG buscará la fórmula para llevarles a otro tipo de alojamientos que sean más lógicos para familias”.