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Bajo el marco de la COP28

La ONU lanza un plan para regular los sistemas alimentarios y salvar el objetivo de 1,5 grados

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó el pasado domingo un plan de acción que influye a distintos sectores, como la ganadería, la agricultura y la pesca. El objetivo es regular los sistemas alimentarios mundiales dentro de los límites de la crisis climática.

La hoja de ruta recoge 10 ámbitos de acción que comprenden 120 acciones concretas.
La hoja de ruta recoge 10 ámbitos de acción que comprenden 120 acciones concretas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura recoge una hoja de ruta pionera con la que pretende transformar los sistemas agroalimentarios del mundo para que pasen de ser emisores a sumideros de carbono para el año 2050. La ONU realiza un conjunto de recomendaciones para ayudar a eliminar el hambre en el mundo sin que el planeta supere el límite de 1,5ºC de calentamiento global fijado por el Acuerdo de París.

Entre las directrices de las Naciones Unidas para conseguir alinear la industria alimentaria se encuentra la necesidad de priorizar los sistemas alimentarios ya que son "los que más pueden mejorar en términos de reducir la carga para nuestra naturaleza y nuestro clima" según establece la FAO.

La FAO resalta la relevancia de acciones climáticas aceleradas que pueden remodelar los sistemas agroalimentarios y contribuir a garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición tanto en el presente como en el futuro. Por ello, esta hoja de ruta recoge 10 ámbitos de acción que comprenden 120 acciones concretas, entre los que se encuentran gestionar la pesca de forma sostenible y agua potable, segura y asequible para 2030. El informe también establece el objetivo de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos, eliminar el uso de biomasa tradicional para cocinar de aquí a 2030 y mejorar la productividad del ganado mediante avances genéticos.

Reducir emisiones de metano

La ganadería juega un papel económico fundamental que contribuye a los medios de subsistencia de alrededor de 1.700 millones de personas en situación de pobreza, con un 70% de mujeres empleadas en este sector. El ganado provee proteínas y micronutrientes vitales para un crecimiento saludable y el bienestar general. Sin embargo, esta industria está directamente vinculada al 26% de las emisiones asociadas al sistema agroalimentario, originadas por aspectos como la fermentación entérica y la gestión de estiércoles.

Ante ello, uno de los objetivos que establece la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura es reducir un 25% las emisiones de metano del sector ganadero para el año 2030 y conseguir para el año 2050 que la productividad total de los factores ganaderos crezca un 1,7% anual a nivel mundial.

Políticas inclusivas

Dentro de este plan se identifican varias acciones alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y no sólo respecto al hambre cero y la acción por el clima, sino también con el fin de la pobreza, la educación de calidad, la igualdad de género, la reducción de las desigualdades, la paz, justicia e instituciones sólidas y alianzas para lograr los objetivos.

Estas políticas configuran el entorno en el que operan los actores privados, moldeando incentivos y capacidades en toda la economía. Además, regulan los mercados y abordan diversas deficiencias del sistema; y permiten abordar las desigualdades a través de la redistribución, ya sea corrigiendo desigualdades a través de ingresos o fomentando igualdad de oportunidades y habilidades.

Ante ello, para el año 2030, la FAO pretende que todos los países implementen a nivel nacional sistemas y medidas de protección social apropiados para todos y garanticen que todos los grupos vulnerables a eventos extremos relacionados con el clima y desastres económicos, sociales y ambientales estén cubiertos.

Además, esta organización establece para 2040 que la brecha de género en la productividad de las tierras gestionadas por mujeres y hombres se reduzca a la mitad en comparación con 2020.

Desde la producción hasta el consumo, los sistemas alimentarios son responsables de aproximadamente un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Aunque no tiene carácter vinculante, se espera que la hoja de ruta elaborada por la FAO se convierta en un pilar fundamental para las decisiones políticas y de inversión, impulsando así la transición climática en la industria alimentaria, la cual se ha quedado rezagada en compromisos, financiación y medidas en comparación con otros sectores.

“La hoja de ruta tiene como objetivo revolucionar la percepción de los sistemas agroalimentarios, trascendiendo la visión convencional de un sector que contribuye a las emisiones y la degradación ambiental”, asegura la misma organización.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y su misión de mejorar el sector agrícola y la nutrición aspira conseguir un equilibrio entre cumplir con la meta de erradicar el hambre para el 2030 y, simultáneamente, evitar superar el umbral crítico de calentamiento global de 1,5ºC.