Cerca de 168 millones de niños y niñas son víctimas del trabajo infantil. Muchos no pueden acudir a la escuela y no tienen tiempo para jugar. Tampoco reciben alimentación ni cuidados apropiados. Se les niega la oportunidad de ser niños. Más de la mitad de estos menores están expuestos a las peores formas de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, así como su participación involuntaria en los conflictos armados.
La meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) hace un llamamiento a la comunidad internacional para erradicar el trabajo infantil
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó el Día mundial contra el trabajo infantil en 2002 para concienciar acerca de la magnitud de este problema y aunar esfuerzos para erradicar esta lacra. El 12 de junio de cada año brinda la oportunidad de fomentar y coordinar las iniciativas de los gobiernos, las patronales y sindicatos, la sociedad civil, los medios de comunicación y otros actores locales, como escuelas y ayuntamientos, en la lucha contra esta realidad.
La meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) hace un llamamiento a la comunidad internacional para “adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, para 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”.
Este año, el Día mundial contra el trabajo infantil y el Día mundial de la seguridad y la salud en el trabajo se unen en una campaña conjunta para mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores jóvenes y poner fin al trabajo infantil.
La campaña tiene como objetivo acelerar la acción para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8, en particular la Meta 8.8 que busca promover un entorno de trabajo seguro y protegido para todos los trabajadores para 2030, y la Meta 8.7 que busca poner fin a todas las formas de trabajo infantil para 2025. Para alcanzar estas metas, es necesario adoptar un enfoque holístico que apunte a la eliminación del trabajo infantil y que promueva una cultura de prevención en materia de seguridad y salud en el trabajo (SST) para el beneficio de la futura fuerza de trabajo mundial.