Jesús Bargueiras, seleccionador: "Acudimos con la máxima aspiración, que es ganar el Mundial"
Si hay algo que se palpa en un entrenamiento de la selección española de fútbol para ciegos en los días previos al Mundial es la ilusión. Hay concentración, esfuerzo y trabajo duro, pero cualquier receso se aprovecha para templar nervios a base de bromas y para soñar con llegar a lo más alto. Es la ilusión que transmite por ejemplo Adolfo Acosta, uno de los jugadores veteranos del combinado nacional, con nueve Campeonatos de Europa, cuatro Juegos Paralímpicos y otros tantos Campeonatos Mundiales a sus espaldas. “Llevo aquí más que el balón”, bromea el futbolista, que descubrió este deporte a los 13 años, cuando comenzó a estudiar en el Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE en Sevilla. “Para mí el fútbol es libertad, es hacer lo que me gusta, tener siempre un objetivo por el que pelear y mantener una motivación”, asegura este joven de buen humor, que en su vida cotidiana trabaja como vendedor del cupón de la ONCE cerca del centro comercial de La Vaguada, en Madrid. “Estos meses falto mucho a mi trabajo, y mis clientes me dicen que si soy un enchufado, que si tengo mano con el jefe… Yo les digo que no, que tengo que preparar un Mundial”, asegura riendo el jugador.
En este deporte, como en tantas facetas de la vida de una persona ciega, el sentido del oído es fundamental
Estamos en la última concentración del equipo nacional justo antes del inicio del Mundial de Fútbol para Ciegos, que por primera vez se celebra en España, concretamente en Madrid, entre el 7 y el 17 de junio. La selección se ejercita estos días en las instalaciones donde se desarrollará el campeonato, ubicadas en el Colegio Sagrado Corazón de Chamartín, al norte de la capital. Un enclave perfecto ya que se sitúa al lado del hotel ILUNION Pío XII, en el que se alojará la mayoría de los jugadores de las selecciones que competirán por el título mundial. Por primera vez en la historia del campeonato, son 16 los equipos nacionales en disputa, lo que hace que la organización de este Mundial suponga para España un reto mayor que en convocatorias anteriores, que nunca han reunido a un número tan alto de selecciones, procedentes de cuatro continentes. De afrontarlo se encargan la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) junto con la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), bajo el auspicio de la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA).
En el plano deportivo parten como favoritas las selecciones de Brasil (cuatro veces campeona), Argentina y China, si bien España aspira a todo. Así lo confirma Jesús Bargueiras, el seleccionador nacional, quien asegura que “nosotros acudimos con la máxima aspiración, que es ganar el Mundial. Estamos preparándonos para ello desde hace meses y creo que tenemos opciones reales de lograrlo”.
Mientras atiende a la prensa, el seleccionador no pierde de vista lo que ocurre a escasos metros de él, sobre el terreno de juego. Varios jugadores ensayan ataques ante la portería. En el fútbol para ciegos, el equipo está formado por cinco jugadores: cuatro de campo y el portero, que es vidente. Los otros cuatro futbolistas juegan provistos de un antifaz para evitar cualquier claridad en caso de mantener algún resto de visión, y son el guardameta, el entrenador y otro guía situado tras la portería contraria (guía de ataque) quienes los orientan con sus instrucciones.
“¡Vamos! Ocho, siete, seis…”, exclama el guía de ataque desde detrás de la red para indicar al delantero que se aproxima con el balón los metros que le restan hasta la puerta. Éste se interna en el área y chuta con decisión, pero el balón, esta vez, sale desviado.
El balón es el elemento fundamental en el juego. Obvio, estamos hablando de fútbol. En este caso se trata del esférico de cuero típico de este deporte con la peculiaridad de ir relleno de cascabeles, por lo que va dejando un rastro de sonido mientras rueda de un lado a otro del campo. Cada vez que los jugadores se arrancan en su búsqueda a ciegas, tienen la obligación de decir de forma clara y audible la palabra “¡voy!”, para evitar golpes y orientar al jugador rival. Así, en este deporte, como en tantas facetas de la vida de una persona ciega, el sentido del oído es fundamental. Por ello esta modalidad de fútbol se juega en campos descubiertos, para evitar la interferencia de ruidos que pueden darse en pabellones cerrados, y se requiere del público que guarde silencio mientras el balón está en juego.
Esa es una de las razones por las que los responsables del colegio Sagrado Corazón han tenido que modificar algunos horarios de recreo durante el transcurso del Mundial. Al coincidir con periodo lectivo, el campeonato se celebra mientras los alumnos siguen acudiendo a clase en esta recta final de curso, y la celebración de un partido de estas características es incompatible con el bullicio de un patio de colegio repleto de escolares.
“El fútbol no es un deporte que todas las personas ciegas puedan practicar", asegura Adolfo Acosta, "porque, aparte de una gran preparación física, hay que tener buen sentido de la orientación, mucha confianza en uno mismo y en los compañeros y valentía y decisión. Una persona que tenga miedo a chocarse o a darse un golpe con otro rival no está hecha para este deporte”, afirma.
Deporte de valientes
Lo que sucede en el terreno de juego da la razón al futbolista. Los jugadores de la selección se emplean a fondo con el balón. Al principio llama la atención verlos jugar por la parafernalia de antifaces, balón sonoro y demás. Pero un rato después uno se olvida de que esos jugadores cuyas botas dominan el balón, piden enérgicamente un pase o chutan con decisión a portería son personas ciegas.
Pedro Gutiérrez, uno de los guardametas convocados por el seleccionador para este Mundial, da la clave de lo que en esencia es el fútbol para ciegos: “Si en cualquier partido de fútbol de jugadores sin ninguna discapacidad ya es exigente mantener el ritmo, la toma de decisiones o el enorme despliegue físico que hay que realizar, imagínate todo eso con los ojos cerrados. Ponerse a correr sin ver, orientándose solo con la voz del guía o del entrenador, arriesgándose a chocar, a darse un cabezazo con otro jugador, etc., solo puede hacerlo gente valiente. Y creo que todos mis compañeros son unos valientes, y lo demuestran tanto en el terreno de juego como en su vida cotidiana”.
Partido inaugural, España-Tailandia
El sorteo celebrado en abril determinó que el partido inaugural lo juegue España, cabeza de serie del grupo A, frente a la selección de Tailandia el día 7 de junio a las 18:00 horas. Además, el combinado nacional jugará frente a Marruecos y Turquía los días 9 y 11 de junio a las 11:30 horas. En el grupo B quedaron encuadradas las selecciones de Argentina (campeona de América), Francia, Colombia e Irán.Por su parte, en el grupo C están los combinados nacionales de China (campeona asiática), Rusia, México y Corea del Sur. En el grupo D, el cabeza de serie es Brasil (actual campeona del mundo y paralímpica), quien jugará frente a Inglaterra, Costa Rica y Mali.
En esta primera fase se clasificarán para cuartos de final las dos primeras selecciones de cada grupo. Se cruzarán los grupos A y C, y el B con el D, en encuentros eliminatorios hasta la gran final que tendrá lugar el día 17 de junio.
Los 44 partidos que se disputarán en el Mundial de Fútbol para Ciegos serán retransmitidos vía streaming para todos los países y telespectadores del mundo a través de la página web oficial del campeonato