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Un estudio de Transport and Environment y Ecologistas en Acción muestra que se puede reducir la contaminación sin parar la actividad

¿Es posible conseguir un aire tan limpio como en el confinamiento?

El severo confinamiento domiciliario de 2020 provocó una reducción drástica de los niveles de contaminación atmosférica por NO2 en las principales ciudades españolas. Un año después, Transport and Environment (T&E) y Ecologistas en Acción publican un estudio sobre cómo conseguir estos niveles de calidad del aire sin parar la actividad y piden dedicar parte de los fondos de recuperación a este tipo de medidas.

Imagen de un Madrid sin contaminación durante el confinamiento de 2020.
Imagen de un Madrid sin contaminación durante el confinamiento de 2020.

Para Ecologistas en Acción, la receta es en realidad conocida: la investigación ha concluido que reduciendo el número de coches, acelerando el fin de los vehículos de combustión y dando más protagonismo a peatones, bicicletas, transporte público y al teletrabajo, se pueden alcanzar los niveles de calidad del aire que disfrutamos durante el primer estado de alarma. Esta transición ya está en marcha en diversas ciudades europeas, donde  ha comenzado a rediseñarse el espacio para priorizar la movilidad activa.

El estudio ha realizado modelos para mostrar las medidas mínimas necesarias para reducir la contaminación a niveles similares a los del confinamiento en Budapest, Bruselas, Berlín, Londres, Madrid y París. Los modelos muestran que en el caso de Madrid, donde el aire estuvo tan limpio como en la Sierra de Guadarrama durante el primer estado de alarma, se podría conseguir un aire igual de saludable y respirable. Eso sí, introduciendo cambios profundos en el modelo de movilidad de la ciudad.

Cambiar el coche por la bici o transporte público

El informe evalúa distintos escenarios posibles para alcanzar este objetivo. En base a él se podría lograr, por ejemplo, con una combinación de un cambio modal de al menos el 10% de los desplazamientos realizados en coche por viajes caminando, en bici y en transporte público, unida a una sustitución del 94 % de los kilómetros realizados actualmente en cualquier tipo de vehículo de combustión interna, por viajes en vehículos 0 emisiones. Esto incluye no solo a los vehículos ligeros, sino también a autobuses, furgonetas y otros vehículos pesados que circulan por la ciudad.

El objetivo también se podría alcanzar con otras combinaciones de cambio modal hacia la movilidad activa y sustitución de vehículos de combustión interna, que además tendrían mayores beneficios en términos de salud y calidad de vida.

Fondos de recuperación

El estudio advierte que, aunque sean ambiciosas, las transformaciones propuestas son viables. En este sentido, Ecologistas en Acción destaca que este es el momento de acometer los cambios necesarios aplicando el Programa de Apoyo al Transporte Sostenible y Digital recientemente lanzado por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana. Este programa, que recibirá fondos de recuperación de los planes europeos, debería orientarse a realizar los cambios necesarios para reducir el uso del coche, implantar zonas de bajas emisiones y rediseñar el espacio urbano para priorizar los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público, e incluso reducir las necesidades de desplazamiento.

El programa de Apoyo al Transporte Sostenible y Digital del Ministerio de Transporte se enmarca en el componente 6 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España y permitirá a los ayuntamientos recibir fondos para acometer este tipo de infraestructuras en los próximos meses.

Nuria Blázquez, coordinadora de Transporte de Ecologistas en Acción, asegura que “el estudio muestra que se puede disfrutar permanentemente de aire limpio sin necesidad de quedarse en casa. Los ayuntamientos tienen además la oportunidad de hacer los cambios necesarios en los próximos años empleando adecuadamente los fondos de recuperación. No hay excusas para no transformar las ciudades para las personas, poner en marcha zonas de bajas emisiones, mejorar el transporte público y abandonar los vehículos de combustión interna”.