Pasar al contenido principal
Obra del periodista e historiador Miguel Ángel Villena

'España Solidaria', un recorrido por 30 años de cooperación española

El libro ‘España solidaria’ (Gestión 2000) hace un repaso a los 30 años de historia de la cooperación al desarrollo en España. Su autor, el periodista Miguel Ángel Villena, habla de las distinas etapas que ha recorrido este fenómeno social y de la forma en que se tienen que reinventar las ONGD tras la crisis y los drásticos recortes.

La crisis fue como un tsunami para la cooperación. El gasto de España en esta materia descendió del 0,46 por ciento del PIB de 2009 al 0,13 por ciento de 2015. La situación económica ha mejorado pero la financiación pública a la cooperación sigue bajo mínimos. “Lo que me preocupa es que ese recorte brutal de la ayuda oficial al desarrollo y de peso social de la cooperación se quede ahí para siempre, como ha ocurrido en otros sectores, que nos quedemos en el 0,14 por ciento del PIB”, dice Villena.

Gran conocedor del mundo de la cooperación por su larga trayectoria periodística en ‘El País’ y por los años en que trabajó en la Secretaría de Estado de Cooperación, Villanueva llena con este libro un hueco que existía en la oferta editorial. “Hay estudios académicos, especializados y técnicos, pero no existía ninguna historia de la cooperación al desarrollo en España en una editorial generalista y con un ánimo divulgativo”.

Para hacer este recorrido, el autor se apoya en siete personajes claves del mundo de la cooperación que le sirven como hilo conductor: el profesor José Ángel Sotillo, la cineasta Myriam Pedrero, la doctora Pilar Aparicio, la medioambientalista Pilar Martín, el educador Alberto Casado, la experta en igualdad Elisa Nieto y el periodista Rafael Vilasanjuan. “Me preocupé bastante de que fuera gente muy representativa: veteranos, jóvenes, hombres, mujeres, algunos que han trabajado mayoritariamente en América Latina, otros que lo han hecho en África... Dibujan un abanico muy amplio que refleja cómo es la cooperación española”.

 

 

 

“Creo que la sociedad española sigue siendo solidaria con la cooperación"

Asimismo el libro incluye colaboraciones de personajes muy representativos de la cooperación española en estos 30 años. Tres décadas en las que el texto distingue varias fases y diversos hitos. Desde los 90 y principios de la década de 2000, donde las ONGD gozaban de un fuerte apoyo social, siguiendo con la etapa de auge bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, en la que “se hizo un esfuerzo político muy fuerte” y finalmente, la llegada de la crisis, que suspuso un antes y un después en el mundo de la cooperación española.

“Creo que la sociedad española sigue siendo mayoritariamente solidaria con la cooperación al desarrollo, pero la crisis tan brutal ha hecho que todos nos repleguemos”, observa Villena, que detalla: “En la medida que los efectos de la crisis hayan sido más o menos devastadores, la gente se ha preocupado más por las situaciones de pobreza y exclusión que hay en su barrio o en su pueblo que por construir escuelas en Guatemala u hospitales en Mauritania. Eso es inevitable”.

Forzadas a reinventarse

La mala situación económica además obligó a muchas CONGD a reinventarse. Este periodista recuerda que entre 2004 y 2011, estas organizaciones vivieron mucho de la financiación de proyectos públicos, tanto por parte del Gobierno central como de comunidades autónomas, ayuntamientos, universidades, etc. “La reflexión que ha hecho el sector es que no se puede vivir de la financiación pública de proyectos. Las ONG tiene que autofinanciarse y tener la suficiente potencia asociactiva como para sobrevivir y actuar sin la necesidad de una constante financiación pública”.

En ese sentido, señala que las organizaciones que mejor han superado la crisis son aquellas cuyos fondos de financiación procedían en buena medida de las cuotas de sus socios o de sus propios recursos. “Por eso -insiste- es importante crear en España un tejido social muy fuerte de apoyo a las ONG que las proteja mejor en momentos de crisis”.

"Hay que crear un tejido social fuerte de apoyo a las ONG que las proteja de las crisis”

Villena pone el dedo en la llaga cuando advierte que la solidaridad de la sociedad española ha sido muchas veces compulsiva: “Ha reaccionado muy bien ante una catástrofe, una emergencia o una oleada de refugiados. Eso está muy bien porque es señal de que la gente está viva y reacciona, pero eso ha de tener una continuidad. A diferencia de otros países como Alemania, los países nórdicos o Francia, la gente en España no tiene una actitud solidaria continuada y le cuesta mucho afiliarse a una ONG”.

Un ejemplo de ello es la extraordinaria respuesta ciudadana que se dio al terremoto de Haití en enero de 2010. “La reacción de la sociedad española fue increíble pero, cuando pasaron unos meses y el país salió del foco de la prensa, la cooperación volvió a bajar”, recuerda el periodista. El humorista gráfico Antonio Fraguas ‘Forges’ siguió durante muchos meses incluyendo en su viñeta diaria la frase ‘Pero no te olvides de Haití’. “Acertó porque ese es el mensaje que trata de transmitir la gente más lúcida del sector de la cooperación: que haya un apoyo sostenido, una implicación mantenida en el tiempo con las ONG y a la cooperación al desarrollo”. 

A juicio de Villena, es legítimo aprovechar estas catástrofes como estímulo a la movilización, pero no hay que engañarse: “solo reaccionan bien a las emergencias aquellas ONG que cuentan con medios materiales, técnicos y humanos para dar una respuesta muy rápida”.