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‘IV Barómetro Juvenil. Salud y Bienestar’ de Fundación Mutua Madrileña y Fundación FAD Juventud

Sigue creciendo el número de jóvenes que manifiesta tener problemas de salud mental

El ‘IV Barómetro Juvenil 2023. Salud y Bienestar’, publicado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud, concluye que un 59,3% de jóvenes manifiesta haber tenido algún problema de salud mental en el último año. Este porcentaje muestra un preocupante ascenso en los últimos años, ya que, en 2017, cuando se hizo el primer barómetro, el porcentaje era del 28,4%.

Los trastornos más extendidos entre los jóvenes son la ansiedad y la depresión.
Los trastornos más extendidos entre los jóvenes son la ansiedad y la depresión.

Los datos no son positivos en cuanto a salud mental de la juventud. En los últimos dos años ha seguido aumentando el número de jóvenes que manifiesta haber tenido problemas de salud mental. Así, si en 2021 un 56,4% de los y las jóvenes lo reconocía, en 2023 el porcentaje alcanza el 59,3%. Porcentajes que quedan lejos del 28,4%, que se registraba en 2017 cuando se llevó a cabo el primer barómetro sobre jóvenes y salud realizado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud.

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, ambas entidades han dado a conocer las cifras de su Barómetro 2023 en lo referido a salud mental. Solamente el 36,6% de los y las jóvenes afirma no haber experimentado ningún problema de salud mental en el último año frente a un 17,4% de jóvenes que experimentan problemas de salud mental con una frecuencia significativa.

El ‘IV Barómetro Juvenil 2023. Salud y Bienestar’, publicado por la Fundación Mutua Madrileña y Fad Juventud, se ha realizado con las opiniones de más de 1.500 jóvenes españoles de entre 15 y 29 años y se adentra, entre otras temáticas, en los problemas de salud mental de los y las jóvenes y en su manera de afrontarlos cuando los tienen.

El factor de las carencias materiales

La brecha de género también existe en salud mental. Hay más hombres que mujeres que nunca han experimentado trastornos (42,4%, frente al 30,9% de ellas).

Los datos no son positivos de por sí, pero son aún peores cuando los cruzamos con variables socioeconómicas y corroboramos que la vulnerabilidad frente a enfermedades y trastornos mentales está relacionada con las carencias materiales que se tienen, y también las posibilidades de reducir esa vulnerabilidad.  Entre quienes afirman sufrir una carencia material severa hay un 27,1% que declara sufrir trastornos con mucha frecuencia o continuamente, bajando al 13,1% de quienes no padecen carencia material.

Alrededor de cuatro de cada 10 jóvenes afirman haber experimentado "de forma muy frecuente" síntomas asociados a la falta de salud mental, siendo las más frecuentes cansancio o falta de energía (46,2%), sensación de estar triste o decaído/a (44,2%), problemas para concentrarse (44,9%), miedo ante el futuro (42,7%), poco interés por hacer las cosas (40,7%), problemas para dormir (39,2%) o ataques de ansiedad (37,8%).

Para Beatriz Martín Padura, directora general de Fad Juventud, “este 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, se nos anima a reconocerla como un derecho universal, por eso es tan importante poner de relieve las mayores vulnerabilidades y conocer la naturaleza de estos problemas”.

Por su parte, Lorenzo Cooklin, director general de la Fundación Mutua Madrileña, señala que “la percepción que tienen los jóvenes de su salud mental no es buena, tal y como venimos constatando, y debemos actuar para ayudarles a que esto cambie. El hecho de que busquen cada vez más ayuda profesional es un síntoma de que esta situación puede revertirse”.

Los problemas de salud mental entre los jóvnenes han experimentado un preocupante crecimiento en los últimos cuatro años.

Búsqueda de apoyos a nivel profesional

Según el barómetro, del total de chicos y chicas que declaran haber sufrido problemas psicológicos, psiquiátricos o de salud mental en los últimos doce meses (un 59,3% del total de la población joven), dos de cada tres (62,5%) han pedido ayuda profesional, frente al 51% de 2021.

En 2023, al igual que en el corte del barómetro anterior (2021), el motivo principal por el que las personas jóvenes dicen no acudir a la ayuda profesional para paliar sus problemas de salud mental es la cuestión económica (37,8%).

Por otra parte, las mujeres destacan comparativamente en la argumentación vinculada al coste del servicio (43,7% ellas frente al 29% ellos), acompañadas por quienes se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad económica: un 51,9% de quienes sufren carencia material severa frente al 28,5% de quienes no tienen carencias materiales.

Trastornos diagnosticados

Además, aproximadamente la mitad de los y las jóvenes mencionan, al menos, un tipo de trastorno diagnosticado. Los más extendidos son la depresión (17,7%) y la ansiedad (15,9%). Otros trastornos menos mencionados, pero con proporciones preocupantes, son los TDAH (7,6%), los trastornos alimenticios (6,1%), los TOC (4,8%), los debidos a estrés postraumático (4,6%), los trastornos de personalidad (un 4%), los debidos a las adicciones sin sustancias (4%) y los derivados de las adicciones a sustancias (2,5%).

En cuanto a los porcentajes de mujeres jóvenes diagnosticadas de depresión o ansiedad, son "mucho mayores" que el de los hombres jóvenes (22,6% de ellas en el caso de depresión y 21,8% en ansiedad, mientras que entre ellos es 13,1% por depresión y 9,6% por ansiedad). También predominan quienes tienen una carencia material severa (22,9% en los casos de depresión y 20,4% en los de ansiedad).

En 2023, casi uno de cada tres jóvenes (31,7%) ha tomado psicofármacos y, de ellos, más de la mitad lo ha hecho sin prescripción (17,8% frente al 13,9% que lo ha hecho con prescripción).

Los datos de este barómetro en 2023 también evidencian el incremento en la ideación suicida. Según se desprende de él, "uno de cada cuatro jóvenes ha experimentado alguna vez ideas suicidas (23,8%), un 11,3% piensa en el suicidio con cierta frecuencia y el 13,8% experimenta ideas de suicidio con mucha frecuencia o continuamente".

Por último, señala que existe un perfil que manifiesta "más frecuentemente" (con mucha frecuencia o continuamente) que el resto estas ideas suicidas. Se trata de las y los jóvenes con carencias materiales leves y severas, con proporciones del 29,8% y el 34,8%, respectivamente, frente al 16,1% de quienes no tienen ninguna.