Los niños y niñas de toda Ucrania están mostrando signos de pérdida de aprendizaje generalizada, incluido un deterioro de los resultados del aprendizaje de la lengua ucraniana, la lectura y las matemáticas, dado que la guerra, y previamente la pandemia de COVID-19, los ha dejado a punto de iniciar el cuarto curso escolar con interrupciones en su educación.
"En Ucrania, los ataques contra las escuelas no han cesado, dejando a los niños profundamente angustiados y sin espacios seguros para aprender. Esto no sólo ha causado a los menores ucranianos dificultades para progresar en su educación, sino que también están luchando por retener lo que aprendieron cuando sus escuelas funcionaban adecuadamente", ha declarado Regina De Dominicis, directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central.
Los últimos datos de matriculación revelan que sólo un tercio de los niños en edad de cursar primaria y secundaria en Ucrania aprenden de forma totalmente presencial. Otro tercio de los alumnos matriculados aprende mediante un enfoque mixto de presencialidad y online; y el tercio restante lo hace totalmente online.
Según informa UNICEF, el aprendizaje online puede complementar la enseñanza presencial y ofrecer una solución a corto plazo, pero no puede sustituir totalmente a las clases presenciales, que son especialmente críticas para el desarrollo social y el aprendizaje fundacional de los niños pequeños. La reforma educativa en marcha en Ucrania, que pretende desarrollar las competencias de niños y jóvenes, es fundamental para la futura recuperación socioeconómica y el desarrollo del país.
Además, los datos de encuestas nacionales reflejan que dos tercios de los niños en edad preescolar no asisten a la escuela. En las zonas de primera línea, tres cuartas partes de los padres afirman no enviar a sus hijos a la escuela preescolar.
Refugiados
Para los menores ucranianos refugiados también es el comienzo de otro curso académico incierto, ya que más de la mitad de los niños en edades comprendidas entre preescolar y secundaria no están matriculados en los sistemas educativos nacionales de los siete países que acogen a refugiados. Los niños en edad preescolar y secundaria son los que tienen más probabilidades de perder su educación. Las barreras lingüísticas, la dificultad de acceso a la escuela y la sobrecarga de los sistemas educativos son algunas de las razones de las bajas tasas de matriculación.
Además, es probable que los niños refugiados que no están matriculados en las escuelas locales intenten estudiar en línea, ya sea a través del plan de estudios ucraniano o de otras plataformas de educación a distancia. Algunos niños y niñas refugiados pueden haber abandonado por completo sus estudios.
En tiempos de crisis o guerra, según señala UNICEF, las escuelas ofrecen mucho más que un lugar de aprendizaje: pueden proporcionar a los niños que ya han sufrido pérdidas, desplazamientos y violencia una sensación de rutina y seguridad, la oportunidad de entablar amistades y recibir ayuda de los profesores, así como acceso a vacunas, nutrición y servicios de apoyo a la salud mental y el bienestar de los menores. Los adolescentes son especialmente sensibles, ya que las vulnerabilidades físicas y mentales naturales de su edad se ven exacerbadas por la interrupción del aprendizaje y la angustia que experimentan.
UNICEF está trabajando con el gobierno de Ucrania para apoyar la recuperación del aprendizaje y la adaptación a las normas regionales para eliminar las barreras a la educación y garantizar el aprendizaje permanente para todos. Esto incluye la rehabilitación de escuelas y la prestación de clases de recuperación muy necesarias en materias básicas, con el objetivo de apoyar a 300.000 niños en riesgo de pérdida de aprendizaje en Ucrania durante el próximo año escolar, al tiempo que se proporciona apoyo a más largo plazo mediante el fortalecimiento de los sistemas de educación de la primera infancia y de servicios a escala.