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Día Internacional de la Mujer

Aumenta el número de mujeres emprendedoras en la España vaciada

Alrededor de un 54% de los negocios que se emprenden en el medio rural están dirigidos por mujeres, según datos del último informe de Mujer, pobreza y desarrollo sostenible de COPADE (Comercio para el Desarrollo). Una tímida ventaja con respecto al número de hombres emprendedores, que se mantiene gracias a iniciativas como Ruraltivity, la lanzadera de startups en el medio rural de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR). Con motivo del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, hablamos con cinco empresarias de distintos pueblos de España pertenecientes al colectivo que han desarrollado con éxito sus negocios en la España rural.

Ruraltivity, la lanzadera de startups en el medio rural de FADEMUR
Ruraltivity, la lanzadera de startups en el medio rural de FADEMUR

Apoyar a las mujeres con ideas de negocio en el medio rural es el leit motiv de Ruraltivity, un proyecto de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) al que están adscritas más de 250 personas, “el 95% de ellas, mujeres”, como afirma Matilde Jiménez, integrante del equipo técnico de FADEMUR y responsable de este proyecto. Esta iniciativa vio la luz en el año 2017 gracias a la ayuda del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y, aunque nació con perspectiva de género, también apoya negocios con integrantes masculinos.

Ruraltivity parte como un ecosistema de emprendimiento mediante el cual, las autónomas que pertenecen a él pueden establecer sinergias, compartir buenas prácticas y aportar información sobre sus modelos de negocio. “Ruraltivity tiene una función de integralidad. "Hacemos formaciones a través de cursos y talleres, online y presenciales, asesoramiento técnico, que va desde el análisis de viabilidad del proyecto hasta todo el seguimiento de la empresa”, recalca su responsable.

“Las emprendedoras en el medio rural se encuentran muchas dificultades para desarrollar sus empresas".

Esta iniciativa no solo se dirige a proyectos que están en una fase inicial, si no también a negocios que necesitan apoyo en un área concreta, ya que, como apunta Matilde Jiménez, “las emprendedoras en el medio rural se encuentran muchas dificultades para desarrollar sus empresas porque están mucho más aisladas en los pueblos y los recursos, tanto educativos, como culturales, de ocio o económicos son mucho menores”. Una de las grandes carencias que ponen de manifiesto desde Ruraltivity es el acceso de calidad a las telecomunicaciones. “En los pueblos las zonas oscuras de cobertura y la falta de acceso a internet, dificulta el estar informadas y formarse profesionalmente para dirigir sus negocios, y todo esto genera muchos problemas a la hora de visibilizar sus negocios y comercializar los productos”, lamenta.

"La ley de emprendedores no hace ninguna referencia al entorno rural".

Por otro lado, la legislación vigente no se adapta al medio rural, ya que la normativa que rige las subvenciones a los emprendedores establece unos requisitos y condicionantes que olvidan las particularidades en las que se emprende en el medio rural. Según traslada Matilde Jiménez, “la ley de emprendedores no hace ninguna referencia al entorno rural". Para ella, "hace falta dar cierta especificidad al entorno". En este sentido, señala que en negocios de artesanía o agroalimentarios "no se puede comparar la producción en el medio rural con el medio urbano, ni exigir los mismos requisitos sanitarios que a una gran empresa, porque todas las actividades que se desarrollan son de micropymes”.

A todo ello se unen las cargas familiares de las mujeres que viven en los pueblos ya que, en palabras de Matilde, se calcula que "el 80% de las personas que cuidan en el mundo rural, son mujeres, lo que dificulta mucho la conciliación de la vida familiar con la laboral”. Además de estas situaciones adversas, las mujeres rurales emprendedoras no siempre encuentran financiación para sus proyectos. Por ello, Ruraltivity en colaboración con entidades privadas como PepsiCo o la Bodega Bardos han puesto en marcha programas de becas para apoyar emprendedoras con ayudas de entre 5.000 y 5.500€.

Las mujeres rurales emprendedoras no siempre encuentran financiación para sus proyectos.

 

La mujer rural, figura clave para evitar el despoblamiento

España es un país envejecido. Dicho envejecimiento en el medio rural es mucho más acusado porque se está produciendo un éxodo de mujeres jóvenes que buscan oportunidades de trabajo en los núcleos urbanos. Tal y como subraya Matilde Jiménez, “ese abandono provoca una pérdida de tradiciones culturales, de raíces sociales, y de prácticas de sostenibilidad, sin contar con que la producción de alimentos tiene su base en la ganadería y la agricultura". "Si no hay personas que se dediquen a ello, va a provocar una falta enorme de abastecimiento en las ciudades”, asevera.

Cuando se puso de relieve el problema de la España vaciada en 2019, FADEMUR hizo una importante labor de visibilización de lo que ocurre en el medio rural. Siguiendo esta línea de acción, el gobierno ha tomado conciencia de la importancia de impulsar la vida en los pueblos, implementando el Plan de Recuperación en el que se establecen 130 medidas frente al reto demográfico, entre las cuales se hace referencia al apoyo al emprendimiento de las mujeres. Desde entonces, se ha incrementado el número de organismos que quieren revertir la despoblación.

En el medio rural, la tendencia a emprender es más alta en número de mujeres. 

Otro dato positivo a destacar es que en el medio rural la tendencia a emprender es más alta en número de mujeres. Concretamente, un 54% de mujeres emprendedoras frente a un 46% de hombres, un dato que refleja el último informe sobre 'Mujer, pobreza y desarrollo sostenible', publicado por COPADE (Comercio para el Desarrollo), del que se extrae que las mujeres están apostando por quedarse a vivir y desarrollar su negocio en sus pueblos.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, cinco emprendedoras con negocios desarrollados en el mundo rural, cuenta a Soziable.es su historia, demostrando que son un claro ejemplo del papel fundamental que juegan las mujeres para revertir el despoblamiento.

Silvina Muñoz: Algareira®, artesanía en postres 

Silvina Muñoz se formó como técnico superior en Gatronomía, en Mendoza (Argentina), aunque se especializó en pastelería. Tras haber desarrollado su actividad en varios países desembarcó en Xaviña-Camariñas (La Coruña) con una idea: hacer pasteles y bombones para personas con intolerancias alimentarias. Su curiosidad y la ubicación de su negocio -cercano al mar-, la llevaron a experimentar con las algas en sus postres. “Tengo una línea de mar llamada Algareira®, hoy marca patentada”, explica Silvina, que entró a formar parte de Ruraltivity gracias a esta idea. Según afirma, uno de los problemas con los que se encuentra en su negocio es que “en la hostelería y la gastronomía no existe la palabra conciliación y mucho menos si eres tu propio jefe”, aunque opina que “se va avanzando poco a poco en la visibilidad de la mujer como motor fundamental en la vida del medio rural”. Además de estos curiosos postres con algas, también elabora pastelería tradicional con productos cosechados en su huerta, detalle que valoran mucho los consumidores y que, en cierta manera, ayuda a que tomen conciencia de que “apoyar al pequeño emprendedor es apoyar la sostenibilidad de una localidad”, concluye.

“Se va avanzando poco a poco en la visibilidad de la mujer como motor fundamental en la vida del medio rural”.

Belén Niño: My Duck, moda infantil unisex 

Belén Niño estudió Empresariales, pero siempre tuvo claro que su futuro profesional no estaba en una oficina llevando las cuentas de una empresa, si no estando en contacto con el cliente. Tras varios años trabajando en una entidad financiera decidió, junto a su socia Rocío Ruiz, emprender un negocio online de moda infantil en  Rota (Cádiz), su ciudad natal. La idea de My Duck surge cuando Belén es madre. “Al tener a mis mellizos mi vida dio un giro y necesitaba  trabajar en otra cosa que me permitiera conciliar vida laboral y vida familiar", explica. En este sentido, asegura que ellos fueron su inspiración para montar esta empresa.Su modelo de negocio es totalmente sostenible, ya que todas las prendas y artículos para los bebés están hechos con algodón orgánico. También ofrecen juguetes para estimular los sentidos de los niños, como sus patos de goma amarillos, que se han convertido en el icono de su marca. Asimismo, Belén cuenta que una de las mayores ventajas de formar parte de Ruraltivity ha sido “poder aprender de otras emprendedoras y crear sinergias con empresas que tienen que ver con la maternidad y paternidad”. Destacando también que cada vez se le da más valor a las cosas artesanales y hechas a mano.

Judith Iturbe: La Balluca, cerveza artesana

Judith Iturbe es una emprendedora nata. “Siempre he tenido proyectos en mente, de todo tipo, no solo para ganar dinero sino como forma de vida”, asegura. Trabajó como secretaria de dirección y traductora de inglés y francés para grandes empresas aunque, desde hace más de 20 años, el rumbo que ha tomado su vida ha sido muy distinto. “Desde que estoy en el mundo rural he tenido que reinventarme", admite. Según relata, "he sido gerente de vivienda tutelada, profesora de inglés, alguacil, profesora de cerámica, artesana, acompañante de transporte escolar y maestra cervecera”. Judith es la dueña de la cervecera artesanal La Balluca, ubicada en Milmarcos (Guadalajara).

"Desde que estoy en el mundo rural he tenido que reinventarme"

La única cervecera de la comarca de Molina de Aragón (Guadalajara) y de la provincia liderada por una mujer. En este establecimiento el producto que se elabora es 100% artesano, es decir, no intervienen máquinas en ninguno de los procesos de producción. Además, apuestan por el producto local, tal y como remarca Judith:“utilizamos el agua del manantial que surte al pueblo y el lúpulo se cultiva a 50km de la fábrica. Estamos trabajando también para obtener nuestras propias levaduras y para llegar a acuerdos con agricultores locales para cosechar los cereales para nuestras cervezas”. Aunque los inicios para las emprendedoras nunca son fáciles, Judith ensalza la labor de apoyo que hacen desde FADEMUR y asegura que “la verdadera revolución será rural y tendrá nombre de mujer”.

 

Santiaga Sánchez: 'La ruta de Santiaga', Ecoagroturismo

Santi Sánchez tuvo claro desde muy pequeña que iba a seguir con el negocio familiar. “Yo lo que quería era cumplir el sueño que me habían transmitido mi madre y mi abuela que era el de seguir enseñando todas las tradiciones del campo que giran en torno al mundo pastoril”, relata Santi. Su pasión por la naturaleza la llevó a ser en 1998 una de las pioneras en comenzar con la siembra de almendros ecológicos y en el año 2013 consiguió certificar todas sus explotaciones agrícolas y ganaderas como alimentos ecológicos.

Fue ese mismo año en el que comenzó el proyecto de ecoagroturismo, 'Las Rutas de Santiaga', en el que Santi realiza visitas guiadas en su propio cortijo ubicado en Chirivel (Almería) y muestra a los visitantes la forma de vida de los pastores, así como el patrimonio cultural y gastronómico de la comarca de Los Vélez.  “Recibo a la gente por la mañana con el horno moruno árabe encendido, el pan dentro y la mesa puesta con turrones de almendra, paté de cordero y embutidos caseros.  Mientras desayunamos les cuento historias de esta comarca, de la importancia que he tenido el ganado, les enseño las diferencias entre un cordero ecológico y uno convencional", relata la emprendedora. En un mundo típicamente de hombres, sus comienzos no fueron fáciles, pero a pesar de que es consciente del machismo que aún impera en su sector, anima a las mujeres a tomar la iniciativa y a mostrar al mundo lo que hacen.

Adriana Díaz: Arte útil cantería 

La historia de Adriana Díaz se forja en piedra. Desde los 5 años mostró gusto y talento por el arte y con 19 años se fue a trabajar con un maestro cantero quien le enseñó el oficio del arte en piedra. Así comenzó a restaurar iglesias y ermitas. Según indica, sus inicios no fueron difíciles, pero la consecución de todo el proyecto sí, por temas de conciliación familiar. "Por eso, en este oficio he estado yendo y viniendo hasta que monté mi taller hace más de 20 años en Ojacastro (La Rioja)", agrega. En su taller, nace su negocio Arte útil cantería, en el que Adriana trabaja piedras muy variopintas que van desde el mármol hasta el granito. "Yo hago cantería tradicional, es decir, escudos placas y números, y luego cantería artística en la que me he especializado diseñando premios y menaje de alta cocina", nos cuenta la maestra cantera cuyas creaciones en piedra han destacado entre los fogones del chef Francis Paniego, dos Estrellas Michelin y dos Soles Repsol. Adriana pone en valor la necesidad de estas pequeñas startups de formar parte de colectivos como FADEMUR, Reas o Mercado Social, a los que la emprendedora también pertenece, para que sus negocios tengan visibilidad. En sus palabras, “lo que levanta los pueblos son proyectos con gente joven que quiere buscar esa forma de vida y trabajo en un sitio pequeño”.

A pesar de que algunos de estos modelos de negocio se vieron afectados por la pandemia, no cesaron su actividad, e incluso, como apunta la responsable de Ruraltivity, muchas emprendedoras aprovecharon las nuevas tecnologías para poner en marcha nuevas líneas de negocio. Asimismo, recalca que sigue habiendo actitudes machistas en muchos sectores, sobre todo, en los más tradicionales como la agricultura o la ganadería, aunque poco a poco, las mujeres se están incorporando a este tipo de trabajos, lo que favorece un cambio de conciencia necesario.

 

Muchas emprendedoras rurales aprovecharon las nuevas tecnologías para poner en marcha nuevas líneas de negocio.

Igualmente, en lo que respecta a la figura del consumidor, el paradigma de compra está cambiando. En este sentido, Matilde Jiménez opina que “hay una mayor sensibilidad y concienciación” y que el consumidor está empezando a valorar aspectos como la calidad y la sostenibilidad, no solo en el producto final, si no en el proceso de elaboración del mismo. Como conclusión, la responsable de Ruraltivity anima a las mujeres a emprender y a creer que son capaces de ello y asegura que, aunque existan riesgos, "las emprendedoras no están solas". "Desde FADEMUR estamos ahí para acompañarlas y guiarlas en el proceso de emprendimiento”, concluye.