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José María Vera, director general de Oxfam Intermón

“Ante una crisis de reputación, las ONG deben dar la cara pronto y ser honestas”

Le tocó dar la cara cuando estalló el escándalo de la explotación sexual a la que un trabajador de Oxfam sometió a varias víctimas del terremoto de Haití. La rapidez y transparencia con la que José María Vera y su equipo afrontaron el problema ha hecho que el caso sirva como modelo de gestión de una crisis reputacional. En esta entrevista con Soziable.es comparte las enseñanzas que la ONG ha extraído de este episodio.

José María Vera, durante la entrevista con Soziable.es
José María Vera, durante la entrevista con Soziable.es

En febrero de este año estalló un escándalo que afectó a toda la estructura internacional de Oxfam cuando se conoció que un ex responsable de la filial británica había organizado varias orgias sexuales en Haití prostituyendo a mujeres víctimas del terremoto. La filial española, Oxfam Intermón, reaccionó de inmediato a la noticia, enviando una carta  a todos sus socios y convocando, pocos días después, una rueda de prensa a la que asistieron medio centenar de medios.  

José María Vera, como director general de Oxfam Intermón, y Pilar Orenes, como directora adjunta, lideraron en España la gestión de esta grave crisis de reputación. En la última edición del Foro Demos, Vera ha compartido esta experiencia con otras ONG y fundaciones. “Dar la cara pronto” y “explicar con honestidad y transparencia lo sucedido” son dos de los consejos que Vera ofrece en esta entrevista con Soziable.es.

¿Qué habéis aprendido de esta crisis reputacional?  

Lo que hemos aprendido es que es muy importante el cambio interno y es muy importante tener mucha robustez en nuestros protocolos contra el acoso, el abuso y la explotación sexual. En Oxfam Intermón ya contábamos con ellos: desde 2014 tenemos un código de conducta, un canal seguro para denuncias, seguimiento, investigación y sanciones. Pero estos protocolos nunca son suficientemente robustos, hay que poderlos explicar, hay que darlos a conocer mejor. Luego hace falta que cuando la crisis llega, que puede llegar, hay que tener toda la robustez para poderlo contar con humildad pero al mismo tiempo con toda la transparencia y la seriedad que el asunto requiere.

Cuando aparece un escándalo, ¿es recomendable dar la cara rápidamente o conviene esperar a que se calmen los ánimos?

Hay que ofrecer una comunicación muy transparente desde el primer momento. Cabe la posibilidad de decir: “No salgo a la luz pública a ver si se aplaca esto”, pero creo que las organizaciones sociales tienen que caer menos en el tacticismo y ser tremendamente honestos y transparentes. Deben dar la cara muy especialmente con su base social,  con los interlocutores cercanos. La gente que confía en la organización va a seguir confiando si explicamos bien qué es lo que ha pasado, en qué condiciones ha ocurrido y qué es lo que hemos hecho para que no pase otra vez o para que, si pasa, sea sancionado. Y ahí hay que ser tremendamente honestos y dar la cara y poderlo explicar pronto.

¿Cree que el tercer sector debe reforzar las medidas de prevención para evitar al máximo la aparición de nuevos casos de abuso o acoso?

Creo que es una lección que vale para el tercer sector y también para el sector empresarial y para las administraciones públicas. No somos especialmente robustos contra el fraude, por un lado, y contra el acoso, abuso y explotación sexual, por otro. Tenemos nuestro rigor, nuestras auditorías... pero en el campo del acoso o abuso hay que asegurar que todos los voluntarios, personal y los beneficiarios conocen el código de conducta que se ha de seguir en estos casos, que saben que hay un canal al que pueden elevar alguna denuncia, que van a ser protegidos y que, si se comprueba que hay un caso, que se va a actuar. Como sector hemos hecho cosas pero aún tenemos camino por delante para hacer más .