El mundo del empleo ha cambiado irrevocablemente. Los profundos cambios causados por la pandemia han acelerado las tendencias que se venían dibujando en los últimos tiempos. El talento es más escaso que nunca, lo que genera una intensa competencia.
Y no parece que, a corto plazo, la situación vaya a cambiar. Los cambios demográficos están acentuando una situación que le asegura a los profesionales una posición de ventaja en el futuro próximo. Una compensación justa y la estabilidad siempre serán importantes, pero, cada vez más, se consideran factores de higiene. Los trabajadores esperan más de su vida laboral y de sus empleadores. El bienestar, tanto emocional como físico, ya está en una posición central entre las prioridades de los profesionales.
De ahí que, a raíz de la pandemia, muchos de los profesionales con hijos están más concienciados con la importancia del equilibrio, el bienestar, la búsqueda de un trabajo satisfactorio y la necesidad de contar con el apoyo de sus empresas para cuidar de su salud mental y física.
Sin ir más lejos, durante estos últimos meses y a raíz de la pandemia, los padres y madres han dejado sus trabajos en mayor proporción que las personas sin hijos y el 20% de ellos estaría dispuesto a trabajar cuatro días a la semana por menos sueldo para conciliar mejor. Además, más de la mitad de los profesionales con hijos busca poder trabajar para empresas que les apoyen en el cuidado de éstos.
Estos datos se extraen del estudio ‘Qué quieren los profesionales hoy. Claves para atraer y fidelizar al talento más allá de la retribución’, elaborado por ManpowerGroup junto a Thrive, empresa líder en tecnología de cambio de comportamiento. De este análisis se desprende también una creciente valoración de las políticas de flexibilidad. Según indica, “el 93% de los profesionales ve esa flexibilidad como algo importante; el 45% quiere elegir su hora de entrada y de salida, y al 35% le gustaría decidir desde donde trabaja”.
“Para atraer y fidelizar al talento, es necesario que las empresas hagan, cada vez más, propuestas integrales. Deben ser competitivas en lo económico, pero tienen que ir mucho más allá", comenta Álvaro Álvarez, secretario general de ManpowerGroup. Para él, “aunque es una demanda habitual, se pone especialmente de relevancia en estas semanas de ‘vuelta al cole’ la necesidad de encontrar un equilibrio entre vida profesional y familiar”. “No es una petición pasajera y su importancia va en aumento”, añade.
Asimismo, apunta que, “para dar respuesta a lo que quieren los profesionales hoy y mantener o, incluso, incrementar la productividad, es fundamental que las organizaciones cuenten con líderes fuertes y con un pensamiento innovador, capaces de colaborar estrechamente con sus propios equipos, ya que cada persona tiene una definición diferente de lo que supone un empleo satisfactorio”.
Además, otra de las cuestiones que diferencian a los padres y madres de sus colegas que no lo son es un mayor afán que los primeros tienen por desarrollarse profesionalmente (un 75% frente a un 65%), al tiempo que la gran mayoría de profesionales con hijos querría tener oportunidades para aprender nuevas habilidades en su centro de trabajo (un 73% por un 63% de las personas sin descendientes).
Por último, la diferencia entre empleados con y sin hijos se ve también en el ámbito de la salud y el bienestar físico: para optimizar su tiempo, más de la mitad de los profesionales con hijos piden tener acceso a equipos de fitness en su centro de trabajo, frente a un tercio de aquellos sin hijos. Y sucede lo mismo con la opción de contar con comida sana en el trabajo: el 54% de los profesionales sin hijos lo ve como algo muy importante, frente al 37% de profesionales sin hijos a su cargo.
Según las respuestas de las más de 5.000 personas encuestadas para el estudio, crecer profesionalmente significa tener oportunidades para desarrollarse, poder cuidar de la salud mental y del bienestar físico, encontrar significado y propósito en su empleo y poder definir por sí mismos el éxito.