La jornada previa al 8º Congreso Internacional de Responsabilidad Social (CRS8), que se celebra entre el 15 y 17 de marzo en Zaragoza, estuvo centrada en el reto demográfico y, más concretamente, en el fenómeno de la progresiva y acelerada despoblación de las zonas rurales en España, cuyas consecuencias pueden agudizar las desigualdades sociales, económicas y territoriales.
En dicho desafío abundaron los discursos inaugurales de esta primera jornada precongresual del CRS8, pronunciados por de Dubravka Suica, vicepresidenta Comisión Europea para Democracia y Demografía, y Francisco Boya, secretario general para el Reto Demográfico.
Dubravka Suica: "Aspiramos a crear zonas rurales fuertes, conectadas, resilientes y prósperas para 2024".
En concreto, Dubravka Suica señaló que la “crisis demográfica es más silenciosa y menos evidente que otras, pero tiene el mismo impacto en nuestras vidas”. Por este motivo, entre las acciones emprendidas por la Comisión Europea está el desarrollo de una perspectiva a largo plazo para las zonas rurales europeas. Según aseguró, "aspiramos a crear zonas rurales fuertes, conectadas, resilientes y prósperas para 2024". "Para cumplir estos objetivos lanzamos un plan de acción para transversalizar estas preocupaciones en todas las normativas europeas”, remarcó.
Asimismo, añadió que "necesitamos crear conciencia sobre el hecho de que, juntos, en el marco de la transición verde y digital, todos los países europeos estamos experimentando una importante transición demográfica". En este sentido, indicó que la presidencia de España en la UE durante el segundo semestre del año representa "una oportunidad para que lidere el camino a seguir en este asunto, abordando los desafíos e identificando las oportunidades".
"Todos los países europeos estamos experimentando una importante transición demográfica".
Por su parte, Francesc Boya resaltó durante la inauguración que el reto demográfico es un “fenómeno muy complejo caracterizado por desequilibrios demográficos y territoriales". "Es un problema que pivota sobre las disparidades entre zonas urbanas y rurales”, apuntó.
"En más del 70% del territorio español apenas viven 7,7 millones de habitantes".
Los datos proporcionados por el propio Boya ponen de manifiesto las consecuencias generadas por este fenómeno. En más del 70% del territorio español apenas viven 7,7 millones de habitantes y, además, según aseguró, se trata de “población envejecida en municipios con población muy masculinizada". Por otro lado, destacó que "uno de cada tres personas en situación de pobreza vive en el medio rural". "Es obvio que hay una España de dos velocidades y es urgente una intervención decidida”, remarcó.
En este sentido, Boya insistió en que “los problemas demográficos están sobre todo relacionados con las desigualdades". En su opinión, "el reto demográfico es, en realidad, un reto democrático", ya que, para él, "una sociedad avanzada no puede permitirse un país en el que los derechos de las personas estén vinculados a su código postal”.
El Gobierno está trabajando en la actualidad en materia de tranisción ecológica, cambio climático y revolución digital.
Para solucionarlo, Boya señaló que la Administración está trabajando actualmente en tres ámbitos evidentes: transición ecológica, cambio climático y revolución digital. “Por primera vez, contamos con instrumentos y políticas precisas y concretas que están abordando el problema. Esto va a depender de que, desde las administraciones, seamos capaces de crear una política pública robusta que sea capaz de poner el foco en las desigualdades”, aclaró.
De momento, parece que esa está siendo la línea de actuación, ya que, según Francesc Boya, “necesitábamos dar una visión transversal a los diferentes ministerios", para lo que crearon la Comisión Delegada para el Reto Demográfico y alineron a las Comunidades Autónomas mediante la Conferencia Sectorial del Reto Demográfico, "donde todos los acuerdos han sido adoptados por unanimidad entre todas las comunidades". Así que, concluyó, "hay un acuerdo de país en torno a esta cuestión”.
Mesa redonda ‘Innovación social comunitaria’
Después de la inauguración de la jornada, dio comienzo la primera mesa redonda del CRS8, que bajo el título ‘Innovación social comunitaria’, abordó diferentes soluciones novedosas y sostenibles vinculadas a la construcción, la conectividad o la energía, ámbitos necesarios para fijar población e impulsar el desarrollo de los territorios.
Moderada por Ángela Millán, cofundadora de la cooperativa Tararaina, especializada en la aplicación de la innovación social a los procesos de desarrollo rural, el debate contó con la participación de Eva Muñoz, gerente Instituto Español de Baubiologi"e; Elsa Rodríguez, cofundadora de la iniciativa Pueblos Remotos; y Antonio Calvo, director de Sostenibilidad de REDEIA.
"Si algo abunda en el entorno rural son los innovadores sociales".
En primer lugar, Ángela Millán explicó a los asistentes en qué consiste el concepto de innovación social, sobre el cual afirmó que “si algo abunda en el entorno rural son los innovadores sociales, aunque muchas veces no sean conscientes de ello". En este sentido, apuntó que en las comunidades rurales "hacemos frente a numerosos problemas y, en algún momento, la gente se pone a trabajar para encontrar una solución". "Existen numerosos ejemplos de pequeñas innovaciones sociales impulsadas desde la sociedad civil”, agregó.
De todas formas, Millán remarcó que “las innovaciones sociales no pueden ser entendidas en ningún caso como sustitutas de las responsabilidades de las administraciones públicas, sino que actúan como aliadas para completar los servicios y mejorar el bienestar de las comunidades rurales”.
Proyectos innovadores en el ámbito rural
Los ponentes pasaron a continuación a describir los proyectos de innovación social en los que trabajan. En su caso, Pueblos Remotos es una iniciativa llevada a cabo en la Islas Canarias, cuyo principal objetivo es dar visibilidad a emprendedores del ámbito rural que muchas veces pasaban desapercibidos. Según explicó Elsa Rodríguez, consiste en la organización de “experiencias en las que llevamos a grupos de trabajadores a entornos rurales donde los conectamos con emprendedores locales mediante actividades y retos, con la idea de que se genere un intercambio de conocimientos”.
Por su parte, el Instituto Español de Baubiologie es una entidad sin ánimo de lucro que se rige por los principios de economía solidaria. Su misión, según Eva Muñoz, es formar a las personas que quieren acercarse al mundo de la bioconstrucción, que trata de encontrar formas de edificación más sostenibles, respetuosas con el entorno y que mejoran la salubridad y bienestar de las personas que los habitan.
Por último, Antonio Cayo explicó que Red Eléctrica (una de las cinco empresas del grupo Redeia) está muy ligada al territorio y “por eso tiene tanta implicación con el mundo rural". Tal y como explicó, su misión es operar el sistema eléctrico y mantener el equilibrio entre oferta y demanda. "Nos horroriza el desequilibrio, pero sobre todo el desequilibrio social. Por eso hacemos innovación social”, subrayó.
Cocreación de proyectos con los actores locales
A la hora de afrontar iniciativas en el ámbito rural, todos los ponentes coincidieron en afirmar que es "imprescindible" contar con la implicación de los actores locales. En este sentido Elsa Rodríguez destacó que conseguir llevar a cabo cada iniciativa “es un proceso lento como casi todo lo que ocurre en los entornos locales". Para ella, "esa implicación de los actores locales es lo que hace que surja la ruralidad conectada”.
Asimismo, Eva Muñoz se mostró de acuerdo con esa necesidad de implicación de los habitantes del entorno al que se destina cada proyecto, pero echó de menos “un apoyo más explícito de la Administración a la hora de asumir los criterios de la bioconstrucción en las obras públicas”.
Por último, para Antonio Cayo el principal problema es el cambio climático, que “exige que hagamos todo lo que posible para mitigarlo y combatirlo". Así, expuso que "exige descarbonizar la sociedad" y para ello "necesitamos cambiar el modelo energético y electrificarlo mediante energías renovables". "Ahí es donde entra la innovación social, tratamos de contar con las gentes locales para, primero, contar qué es la transición energética y por qué es imprescindible y el protagonismo que el mundo rural tiene en esto”, concluyó.