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Jordi Alemany, autor del libro 'Liderazgo imperfecto. Educando a los líderes del futuro'

“El líder es el que sabe que está plantando una semilla de un árbol y que, quizás, él no disfrutará de su sombra”

Lejos de ser un oxímoron, la expresión ‘liderazgo imperfecto’ muestra una de las cualidades más reales y auténticas de quienes guían e impulsan a los demás. Éste es el eje que, sin duda, vertebra el libro 'Liderazgo imperfecto. Educando a los líderes del futuro'. De ello sabe mucho su autor, Jordi Alemany, reconocido por la revista Forbes como la persona más influyente en el mundo de los negocios en España en el año 2022, quien subraya en esta entrevista con Soziable.es la necesidad de “desmontar la imagen del líder que todo lo sabe y todo lo puede”.

Jordi Alemany, autor del libro 'Liderazgo imperfecto. Educando a los líderes del futuro'
Jordi Alemany, autor del libro 'Liderazgo imperfecto. Educando a los líderes del futuro'

Es innegable reconocer que la mentalidad humana asocia directamente liderazgo y perfección. Pero, para Jordi Alemany, reputado experto en liderazgo, transformación cultural y psicología organizacional, este vínculo que generamos de forma prácticamente instintiva es erróneo.

De hecho, tal y como expresa a Soziable.es, con su libro 'Liderazgo imperfecto. Educando a los líderes del futuro', publicado recientemente, busca “desmantelar todos esos falsos mitos de líderes infalibles y proponer un marco de liderazgo más realista y cercano, que lo acerque a las personas, en lugar de alejarlo”.

Además, en esta entrevista, Alemany aclara las que, a su juicio, son las notables diferencias entre un jefe y un líder; enumera y explica los ingredientes esenciales para cultivar, en la actualidad, una mentalidad de liderazgo; y se detiene en diversas sugerencias, necesarias, para todas aquellas personas que, erróneamente, aspiran a ser un líder “perfecto”.

- ¿Qué le llevó a escribir ‘Liderazgo imperfecto. Educando a los líderes del futuro’?

La decisión de escribir ‘Liderazgo Imperfecto’ surgió tras más de 2 décadas estudiando, observando y practicando el liderazgo en cuatro continentes.

A lo largo de mi trayectoria, he observado a muchos líderes que estaban lejos de ser perfectos, pero igualmente se han convertido en auténticos referentes y han guiado generosamente a otros, entre ellos a mí, a un destino mejor.

Yo mismo he ayudado a mucha gente a desarrollarse, a crecer, a alcanzar sus metas. Muchos me han agradecido esa generosidad refiriéndose a mí como alguien a quién admiraban, a quién consideraban un referente al que imitar y, sin embargo, yo disto mucho de ser un icono de la perfección. Tengo muchos defectos, cometo muchos errores.

Eso me llevó a pensar que el liderazgo tiene más de humano, de cercanía, humildad y generosidad, que de perfección. Y esa es la mentalidad que creo que deberíamos inculcar en los futuros líderes, desde el hogar y en las escuelas.

“El liderazgo tiene más de humano, de cercanía, humildad y generosidad, que de perfección”

- ¿Cuál es el mensaje principal que transmite esta obra?

El mensaje, en líneas generales, es que necesitamos líderes más empáticos, adaptables y que cuenten con la mentalidad de un eterno aprendiz. Debemos comenzar a desmontar la imagen del líder que todo lo sabe, que todo lo puede.

A través del libro, busco desmantelar todos esos falsos mitos de líderes infalibles y proponer un marco de liderazgo más realista y cercano, que lo acerque a las personas, en lugar de alejarlo.

En primer lugar, destaco la importancia de la humildad, la autenticidad y la humanidad a la hora de liderar. Vivimos en un mundo demasiado obsesionado con la perfección y la eficiencia a toda costa, por eso propongo una visión de liderazgo que valore la autenticidad y la capacidad de mostrarnos vulnerables y cercanos. A través de este enfoque, podemos construir relaciones más profundas y significativas con nuestros equipos, lo que resulta esencial para fomentar un entorno de trabajo saludable, donde la gente se sienta psicológicamente segura y cada uno dé lo mejor de sí.

En segundo lugar, el libro promueve la idea de que la conexión emocional con nuestro equipo, la confianza mutua, el aprendizaje continuo y el propósito son los cuatro pilares sobre los que se sustenta el liderazgo en el siglo XXI. Los líderes deben estar dispuestos a evolucionar su mentalidad y enfocarse en estos cuatro elementos, y no sólo en los resultados económicos en el corto plazo.

- La expresión 'Liderazgo imperfecto' sugiere una visión diferente de lo que comúnmente entendemos como liderazgo y es probable que no pocas personas puedan considerarla un oxímoron. ¿Podría explicar en qué consiste este concepto y por qué cree que es relevante para los líderes del futuro?

La expresión 'Liderazgo Imperfecto' puede parecer un oxímoron en una primera impresión, especialmente en un entorno empresarial donde la búsqueda de la perfección y la excelencia son valores muy apreciados.

El 'Liderazgo Imperfecto' aboga por la aceptación y la valoración de nuestras imperfecciones como líderes, y como seres humanos, que es lo que somos por delante de cualquier posición jerárquica que ocupemos. En lugar de ocultar o negar nuestras debilidades, el libro nos invita a reconocerlas, aprender de ellas y utilizarlas como puntos de conexión genuina con los demás.

Es una invitación a deshacernos de las máscaras y la capa de superhéroes que a menudo se espera que los líderes porten y, en su lugar, adoptar una postura de autenticidad. Menos pose y más autenticidad es lo que necesitamos para navegar los desafíos que nos está planteando este nuevo siglo.

“Busco desmantelar todos esos falsos mitos de líderes infalibles y proponer un marco de liderazgo más realista y cercano, que lo acerque a las personas, en lugar de alejarlo”

- Es evidente que un líder no es simplemente un jefe, aunque ambas figurar podrían coincidir en una misma persona. ¿Qué diferencia, bajo su punto de vista, a un líder de un jefe?

Son cosas diferentes, que no se pueden comparar.

Ser jefe es una función indispensable en el sistema de gestión. Liderar es un conjunto de habilidades complejas, que podemos practicar y desarrollar. No se pueden, ni se deben, comparar posición o función con habilidad. Alguien puede ocupar una función, sin poseer las habilidades necesarias para liderar. Y alguien puede poseer las habilidades que requiere el liderazgo y ser un completo desastre desempeñando lo función de jefe.

La función de un jefe se resume en gestionar recursos, asignar tareas, supervisar procesos, controlar resultados, corregir desviaciones. Liderar tiene que ver con inspirar, influenciar positivamente, cohesionar voluntades y gestionar diferencias.

Por explicarlo de una forma muy gráfica, el jefe es a la empresa lo que el volante es a un coche, y el líder es a la empresa lo que un GPS es a ese mismo vehículo. El primero es indispensable para conducir, al segundo acudimos cuando estamos perdidos y necesitamos una guía, porque no sabemos qué camino tomar.

Ahora bien, ¿se puede conducir sin volante? Definitivamente, no. El volante, o en este caso el jefe, es crucial para la operación diaria y la toma de decisiones inmediatas que mantienen a la empresa en movimiento. Sin embargo, ¿se puede conducir sin GPS? Si bien es posible, sin un GPS o sin liderazgo, la empresa podría encontrarse dando vueltas en círculos, sin una dirección clara o sin una estrategia para alcanzar nuevos horizontes.

Toda organización del futuro debería aspirar a tener un sistema GPS, además de volante, ya que es lo que les permitirá a las organizaciones no sólo mantenerse en el camino correcto, sino también explorar nuevos caminos, adaptarse a los cambios y alcanzar destinos de éxito y crecimiento sostenido.

- ¿Y cuál es la visión que tiene usted de lo que supone ser un líder?

El liderazgo, tal y como yo lo veo, es más bien vocacional. Un líder es alguien generoso, que aspira, no a llevarse todas las medallas, ni siquiera a lograr los mejores resultados económicos, sino a ser fuente de inspiración para otros, a crecer continuamente y a compartir ese crecimiento para hacer crecer a otros.

El líder es el que sabe que está plantando una semilla de un árbol, pero que, quizás, él no será quién disfrute de su sombra. Se irá y la huella que dejó perdurará.

Mi visión del liderazgo ha evolucionado según he ido evolucionando como persona. Al principio, debido a la educación que recibí, la propia de alguien nacido en 1971 en España, veía el liderazgo como lo ve la mayoría todavía hoy: una posición, poder, autoridad, imposición. Veníamos de una dictadura. De la cultura del sacrificio y el esfuerzo.

“Un líder es alguien generoso, que aspira, no a llevarse todas las medallas, ni siquiera a lograr los mejores resultados económicos, sino a ser fuente de inspiración para otros”

Hoy lo veo más a través de una mirada más humanista, más filosófica, más enfocada en su raíz semántica. Liderar viene del verbo “To Lead” que en inglés significa “Guiar”. Así veo hoy al líder. Como ese guía que nos acompaña y nos muestra el camino hacia una mejor versión de nosotros mismos.

- ¿Cuáles cree que son los elementos esenciales para desarrollar una mentalidad de líder en la actualidad?

Desarrollar una mentalidad de líder en el contexto actual va más allá de la mera adquisición de habilidades técnicas o gestión eficaz de recursos. Vivimos en una era de cambios rápidos y desafíos complejos, donde la capacidad de un líder para conectar, comprender y adaptarse es vital. En este sentido, considero que los elementos esenciales para cultivar una mentalidad de líder son la inteligencia emocional y el pensamiento crítico.

La inteligencia emocional es fundamental porque permite a los líderes comprender y manejar sus propias emociones, así como las de los demás. La empatía y la comprensión que brotan de una inteligencia emocional bien desarrollada son esenciales para inspirar a los equipos, creando un ambiente donde las personas se sienten valoradas y comprendidas, lo cual, a su vez, impulsa la productividad y la innovación.

Por otro lado, el pensamiento crítico es una herramienta indispensable en la caja de herramientas de un líder. En un mundo inundado de información y frente a la complejidad de los desafíos empresariales actuales, la capacidad de analizar situaciones, evaluar diferentes perspectivas y tomar decisiones informadas es más importante que nunca. El pensamiento crítico, además, promueve una cultura de cuestionamiento y aprendizaje continuo, donde las ideas, incluso las del líder, pueden ser sometidas a escrutinio. Esto, en combinación con la inteligencia emocional, crea un entorno donde la confianza y la colaboración dejan de ser excepción.

- La inseguridad en uno mismo podría considerarse un factor que no conduce al liderazgo, pero ¿es ésta una barrera insalvable? ¿Existe alguna forma de superar la inseguridad y convertirse en un líder?

La inseguridad es una faceta con la que muchos lidiamos en diversos momentos de nuestra vida. En relación con el liderazgo, la inseguridad puede representar un obstáculo inicialmente, pero no es una barrera insalvable.

Es más, reconocer nuestras inseguridades forma parte del proceso de autoconocimiento, que es el primer paso hacia un liderazgo más genuino.

Cualquiera que aspire a convertirse en referente para los demás, que es lo que es un líder, debe estar dispuesto a mirarse a sí mismo de manera honesta, reconocer sus inseguridades, aceptar sus vulnerabilidades e imperfecciones, así como sus sesgos, y entender cómo pueden estar afectando a su comportamiento y a sus decisiones.

Sin el paso previo del autoconocimiento y la autorregulación de nuestras emociones, no podemos continuar y avanzar en el camino del liderazgo.

“Los elementos esenciales para cultivar una mentalidad de líder son la inteligencia emocional y el pensamiento crítico”

- Suponga que, dentro de un mismo equipo, conviven dos o más líderes. ¿Qué resultados cree que podrían derivarse de una situación de estas características?

Creo que el hecho de que, dentro de una organización, o de un equipo, haya más de un líder es una excelente oportunidad para garantizar la supervivencia de ese grupo.

Hemos visto los efectos desastrosos del liderazgo unipersonalista recientemente en diferentes partidos políticos en España, que han terminado desapareciendo por ese motivo.

Si observamos a las tribus ancestrales que todavía hoy sobreviven en muchas partes del planeta, el liderazgo no recae en una sola persona, sino que se distribuye entre varios individuos cada uno con roles y habilidades distintas, como el chamán, el guerrero, el cazador, los ancianos más sabios. Cada líder tribal tiene una función específica y crucial y, gracias a su inteligencia colectiva, aseguran la supervivencia y prosperidad de la tribu en el largo plazo.

Lo mismo ocurre en el contexto empresarial, la presencia de varios líderes dentro de un equipo puede ser una fuente de diversidad de talentos y perspectivas. La suma de esos liderazgos, bien gestionados, puede contribuir a un mejor resultado.

Sólo es un problema cuando lo que tenemos no son varios líderes, sino varios gallitos incapaces de controlar sus egos. La falta de inteligencia emocional es el riesgo, no la existencia de múltiples liderazgos.

- Ha sido reconocido, por la revista Forbes, como la persona más influyente en el mundo de los negocios en España en el año 2022. Además, también es Top Voice en LinkedIn. ¿Qué valoración hace de estos reconocimientos?

Sí, y además esta misma semana me han vuelto a nominar como uno de los 100 Best Influencers en España, algo que no deja de sorprenderme, especialmente porque me considero una rara avis en el mundo de los influencers.

Para un tipo de 52 años, que habla de conceptos tan manidos y trasnochados como el liderazgo y la cultura empresarial, es todo un honor que le incluyan en esas listas, especialmente porque eso quiere decir que estos temas siguen despertando interés entre todos los públicos y, en segundo lugar, porque es importante que no olvidemos el impacto tan importante que tienen en nuestra sociedad, a todos los niveles, un buen o un mal liderazgo por parte de los que tienen la responsabilidad de guiarnos.

Es una buena noticia que estos mensajes lleguen a tanta gente y que se reconozca la necesidad de humanizar el mundo empresarial. Espero que la lista se siga ampliando con más perfiles como el mío, aunque tengamos que sacrificarnos y perder a algún tiktoker, instagramer o youtuber por el camino. Haremos ese sacrificio. (Risas)

- Por último, ¿qué recomendaciones ofrecería a una persona que aspira a ser un 'líder perfecto'?

A los que aspiran a alcanzar esa imagen del 'líder perfecto', les diría que la perfección es una quimera que se desvanece en el horizonte cada vez que creemos acercarnos a ella. En el mundo del liderazgo, la perfección es más una trampa que un objetivo que podamos lograr.

A la persona que desea 'simplemente' mejorar, le diría que está en el camino correcto. El aprendizaje continuo está en la esencia del liderazgo. En cada momento, con cada decisión, con cada interacción, con cada error que cometemos, hay una oportunidad para aprender y mejorar. Les aconsejaría que mantengan una mente abierta y curiosa, que busquen retroalimentación continuamente en aquellos que les aprecian, que se rodeen de una diversidad de perspectivas y experiencias y que nunca dejen de probar, de tropezar y de aprender.

El liderazgo es humano y, como tal, imperfecto.