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¿Por qué es importante visibilizar las buenas prácticas en inclusión?

Pensar en una sociedad más justa e inclusiva y la situación sociolaboral de las personas con discapacidad van de la mano. Cada vez más se apuesta por una inclusión real y efectiva de las personas con discapacidad en el ámbito laboral, pero, a menudo, no se hace visible. Y es que para impulsar verdaderos cambios en esta materia se necesitan muchas voluntades, desde las propias personas con discapacidad, sus familias, hasta los entes involucrados en su formación y por supuesto, el sector empresarial, que cumple un rol neurálgico.

María Viver, directora de la Fundación Randstad.
María Viver, directora de la Fundación Randstad.

En mi trayectoria profesional y, más en concreto, en la Fundación Randstad, hemos conocido muchísimos casos, proyectos, programas y acciones que han tenido un gran impacto en la empleabilidad de las personas con discapacidad y que valen la pena visibilizar, no por el mero hecho de darlas a conocer, sino por el efecto contagio en otras empresas y en las PCD.

Y es que, si visibilizamos las buenas prácticas, también estamos visibilizando el talento de las personas con discapacidad, lo que nos permitirá contribuir a que cada vez más se dé una inclusión real y que todas las personas puedan acceder a las mismas oportunidades. 

En la Fundación Randstad, uno de nuestros ejes de trabajo está enfocado en acompañar y orientar a las empresas. De hecho, nuestra experiencia nos ha permitido corroborar que hoy en día todavía existe mucho desconocimiento en el sector empresarial acerca de esta inclusión; un gran número ignora las grandes ventajas que supone para cualquier compañía la gestión de la diversidad y otros no saben por dónde empezar.

Por esto, a través de programas como EDI, el grupo de Empresas por la Diversidad e Inclusión de Fundación Randstad, entre muchas otras actividades, creamos espacios de colaboración para compartir buenas prácticas. También nos hemos dedicado a compartir casos de éxito, a través de los Premios Fundación Randstad, que estoy segura de que han servido de inspiración para que otras organizaciones asuman un compromiso con la inclusión y empiecen a trabajar en ello.

Lo mejor de las buenas prácticas, además del impacto que generan en el entorno donde se llevan a cabo, es que generalmente son adaptables, porque independientemente del tamaño de la organización, cuando se establecen objetivos similares, se pueden emprender acciones análogas.

En definitiva, hay iniciativas que deben ganar visibilidad. Creemos que es importante que las empresas conozcan otras experiencias, que vean en sus pares que los beneficios que conlleva gestionar la diversidad e inclusión son reales.

Porque se ha comprobado que la contratación de personas con discapacidad permite mejorar la productividad, atraer inversores y talento mediante políticas sociales; reducir la rotación; fidelizar talento; diversificar las competencias; mejorar la cultura de la colaboración, y mejorar la reputación corporativa.

De hecho, los datos nos avalan y las empresas que contratan personas con discapacidad obtienen un 28 por ciento más de beneficios;  el 44 por ciento de los trabajadores afirma que no aceptaría un puesto de trabajo si la empresa no hiciera un esfuerzo proactivo por mejorar sus prácticas en materia de diversidad y equidad; el 77 por ciento considera que los valores y el propósito de la empresa, incluidas la sostenibilidad, la diversidad y la transparencia, son importantes a la hora de elegir a un empleador; y el 85 por ciento de las personas trabajaría para una empresa que apoyase temas ASG (Ambientales, Sociales y Gobernanzas).

En este sentido, tengo claro que el sector empresarial cada vez es más consciente de lo que se espera de ellos, porque la sociedad exige que tomen un rol mucho más activo. 

Asimismo, espero que aquellas organizaciones, entidades y también individuos que de forma particular están trabajando para promover la inclusión de las personas con discapacidad, sean conscientes de la oportunidad que supone darles visibilidad a sus proyectos, porque demuestran que una sociedad más inclusiva sí es posible. 

Por este motivo, no quiero dejar de pasar la ocasión para invitar a todos los actores a hacer aún más visibles todas sus prácticas por la inclusión laboral de las personas con discapacidad: hay que darles voz y partido en esta sociedad. 

Por eso, iniciativas como los Premios Fundación Randstad son tan necesarios. Este año celebran su 19º edición, lo que es un claro reflejo de compromiso real por la inclusión. El plazo de inscripción estará abierto hasta el 29 de febrero, y con el que esperamos, no solo reconocer y destacar, sino también, motivar e inspirar, para que cada vez seamos más los que creemos y trabajamos por una sociedad más justa.