Los orígenes de Ana Isabel Ruelas Callaoapaza, tal y como admite, provienen de la unión de dos lenguas: el quechua transmitido por su madre en el centro poblado de Titiaja, donde nació hace 29 años, y el Aymara por el lado de su padre, procedente del centro poblado de Perka, ubicado a orillas del lago Titicaca, en la ciudad de Puno.
Ella es un ejemplo claro de todas aquellas mujeres a quienes se pretende reconocer cada 5 de septiembre, Día Internacional de la Mujer Indígena, por el papel indiscutible que ejercen para mantener viva su cultura, su lengua y su carácter. Y lo es también de valentía. Como explica, hubo de realizar un esfuerzo adicional para destacar en un entorno laboral inicialmente escéptico ante una mujer indígena, algo que no le impidió convertirse en agente local de la plataforma Evaneos en el país andino y en co-mánager de agencia de viajes.
En esta entrevista, en concreto, Ana Isabel Ruelas aborda cuestiones como las implicaciones de contar con raíces indígenas en el mundo actual, la evolución que han experimentado las mujeres con un origen similar al suyo en las últimas décadas y el papel que juegan las nuevas generaciones de éstas en el desarrollo de las economías locales.
- ¿Qué significa ser o tener raíces indígenas en el mundo contemporáneo?
Significa estar conectada con historia única y sabiduría ancestral, un tejido de culturas y tradiciones, que me permite ver el mundo con una sensibilidad que respeta la tierra, nuestra historia y todo lo que nos rodea. En un mundo en constante cambio, la preservación de nuestras raíces indígenas es un recordatorio de quiénes somos y de la importancia de mantener viva nuestra cultura para las generaciones venideras. Y el turismo es una ventana para que el mundo pueda apreciarlo.
“Cada día representa una oportunidad para aprender más sobre mi propia cultura y la del mundo que me rodea”
- ¿Cómo es la vida cotidiana actual para una mujer joven con raíces indígenas?
Desde mi experiencia, la vida cotidiana como mujer joven con raíces indígenas es una búsqueda constante de equilibrio entre mis raíces y la rapidez de los cambios modernos. Mi objetivo es fusionar y revitalizar mis raíces en todos los aspectos de mi vida, tanto personales como laborales. Cada día representa una oportunidad para aprender más sobre mi propia cultura y la del mundo que me rodea. Algo que disfruto y por lo que me siento agradecida es que tengo la oportunidad de compartir mi historia con viajeros y, a su vez, poder escuchar su historia, su herencia cultural… Es un intercambio enriquecedor.
- Actualmente, es usted agente local colaboradora de la plataforma de viajes Evaneos, que apuesta por preservar la cultura y el medioambiente de los lugares de destino. ¿Cree que esto podría impulsar el turismo local en un país como Perú y, al mismo tiempo, reforzar el empoderamiento de las comunidades indígenas?
Estoy convencida de que la filosofía que promueve Evaneos puede tener un impacto poderoso en la dinámica turística de nuestro país. Perú posee una riqueza cultural y natural que es digna de ser experimentada auténticamente. La apuesta por experiencias genuinas y la preservación del medioambiente y la cultura son elementos que no sólo pueden impulsar el turismo local, sino también empoderar a las comunidades indígenas.
- Como mujer joven con raíces indígenas, ¿ha tenido que superar obstáculos para alcanzar su posición actual?
Sí, definitivamente, alguna vez mis orígenes indígenas han dado lugar a una percepción equivocada por parte de los demás, que implicaba que quizás no éramos consideradas capaces de asumir roles importantes. Esto nos exige realizar un esfuerzo adicional para destacar en un entorno laboral que puede ser inicialmente escéptico. En mi experiencia, he tenido que demostrar constantemente mi valía y competencia para disipar los prejuicios que podrían haber existido inicialmente debido a mis raíces. En ocasiones, enfrenté situaciones en las que se me pretendía pagar menos o se cuestionaba mi conocimiento sobre mis derechos laborales. Sin embargo, con el tiempo, al igual que muchas mujeres con raíces indígenas, pude demostrar que la valía profesional no está relacionada con la procedencia étnica y aprendí a no dejar que los prejuicios limiten mis aspiraciones.
“Al igual que muchas mujeres con raíces indígenas, pude demostrar que la valía profesional no está relacionada con la procedencia étnica y aprendí a no dejar que los prejuicios limiten mis aspiraciones”
- Comparando la vida de su abuela o su madre con la suya, ¿cómo ha evolucionado el papel de las mujeres indígenas en la sociedad?
Ha habido una evolución notable si comparamos las experiencias de mi abuela y mi madre con la mía. Mi abuela, debido a las circunstancias de su época, no tuvo oportunidades de salir al mundo más allá de su entorno inmediato. Ella no tuvo acceso a la educación y su participación en la sociedad estaba limitada a tareas domésticas y labores de agricultura y ganadería. Era una época en la que las mujeres indígenas a menudo estaban relegadas a roles tradicionales y carecían de la igualdad de oportunidades.
En contraste, mi madre tomó una decisión audaz al abrirse al mundo y buscar una educación para sí misma. Educó a sus cuatro hijos para adaptarse a un nuevo mundo sin perder sus raíces y, finalmente, optó por regresar a su pueblo de origen y continuar viviendo según nuestras tradiciones.
Actualmente, la sociedad valora cada vez más a las mujeres indígenas y su papel en la recuperación de nuestra identidad cultural. Esto es un cambio significativo con respecto al pasado, cuando a menudo se pretendía que nuestras costumbres fueran olvidadas debido a la percepción negativa que se tenía de ellas. Estamos en un momento en el que las mujeres indígenas son reconocidas por su contribución a la sociedad y a la preservación de nuestra herencia.
“Mi madre educó a sus cuatro hijos para adaptarse a un nuevo mundo sin perder sus raíces y, finalmente, optó por regresar a su pueblo de origen y continuar viviendo según nuestras tradiciones”
- ¿Qué papel juega esta nueva generación de mujeres jóvenes de origen indígena para contribuir al desarrollo de las economías locales del país?
Las mujeres jóvenes de origen indígena estamos desempeñando un papel valioso en el desarrollo de las economías locales en nuestro país. Un ejemplo concreto es el ámbito del turismo, donde he podido observar que las mujeres están demostrando un fuerte interés y participación en el desarrollo de iniciativas turísticas. Este compromiso se refleja en el hecho de que muchas de las líderes emergentes en comunidades como Misminay y Pucamarka (Valle Sagrado Cusco) son mujeres que están empoderándose y trabajando en colaboración para impulsar la economía local a través de iniciativas turísticas auténticas y enriquecedoras.
- En relación con Perú y su industria turística, ¿percibe usted un cambio en la mentalidad de los turistas hacia prácticas más sostenibles?
Se observa un cambio significativo. Desde mi punto de vista, Perú está experimentando una transformación en su industria turística, donde los turistas muestran un mayor interés por prácticas sostenibles y una preferencia creciente por el turismo de naturaleza. Buscan vivir experiencias únicas que los conecten con una cultura viva. Este cambio de mentalidad y elecciones de viaje contribuyen a un desarrollo más equitativo y sostenible en el país, beneficiando tanto a las comunidades locales como al entorno natural. Y por supuesto creo que el turismo de naturaleza está ganando terreno en comparación con el turismo urbano.
- A corto y medio plazo, ¿cuáles son sus aspiraciones y sueños personales y profesionales?
A corto plazo, mi objetivo es continuar enriqueciendo las experiencias de viaje, conectando viajeros con la autenticidad de Perú, diseñando viajes que no sólo ofrezcan aventura y belleza, sino que también contribuyan al respeto y la promoción de las culturas locales.
Y a medio plazo, me gustaría establecer programas educativos que honren nuestras lenguas y tradiciones, empoderando a las próximas generaciones, que se sientan orgullosos de ser herederos de su cultura.